Aznar seguirá otros dos años al frente de la internacional de centro-derecha

Un capítulo importante de lo que hará el presidente José María Aznar cuando deje el Gobierno quedó aclarado ayer, tras su reelección unánime por dos años más como presidente de la Internacional de los Demócratas de Centro (IDC), la antigua internacional democristiana, a cuyo giro laico contribuyó decisivamente el propio Aznar hace dos años.

"Es una de las cuestiones a las que me voy a dedicar más intensamente", explicó el presidente ayer, al concluir una cumbre de líderes que no logró atraer a Madrid a ninguno de sus correligionarios con responsabilidades de Gobierno en países fundadores de la UE, como Italia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo o Francia. La Unión para un Movimiento Popular (UMP), la formación del primer ministro galo, Jean-Pierre Raffarin, ingreso ayer en la IDC, junto al Istiqlal de Marruecos.

Aznar, que empleará el resto de su tiempo en la dirección de la fundación del PP, FAES, negó, en cualquier caso, que se sienta presionado por sus colegas de Europa para que facilite la aprobación de la Constitución europea, cuando informó de una reelección afectada por tensiones políticas de otro tipo. Josep Antoni Duran i Lleida, secretario general de CiU, rechazó continuar como vicepresidente de la IDC, en un gesto que marca la nueva distancia política del nacionalismo catalán frente a los populares.

La cumbre reunió a líderes de España, Nicaragua, Noruega, Portugal, Eslovaquia, Malta, Mauritania y Estonia, y aprobó una serie de resoluciones entre las que destacan una sobre terrorismo, que promueve la creación de un encaje para las víctimas en las estructura de la ONU, y otra que denuncia que "en los últimos meses, el Gobierno de Cuba ha cometido intolerables atropellos a los derechos fundamentales del pueblo cubano".