Irán ocultó a los inspectores de la ONU parte de su programa nuclear
Los inspectores de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) han descubierto en Irán un tipo especial de centrifugadoras de gas para el enriquecimiento de uranio, necesario para la fabricación de bombas atómicas, que no habían sido declaradas. Fuentes diplomáticas consultadas por la cadena británica BBC aseguran que el descubrimiento no revela que Irán tenga una "nueva capacidad nuclear significativa", pero pone en duda la "credibilidad" de Irán.
Ayer mismo, el subsecretario de Estado de EE UU, John Bolton, dijo en Berlín que Washington "no tiene duda" de que Teherán prosigue su programa de armamento nuclear.
Estas acusaciones llevaron al jefe de la diplomacia iraní, Kamal Jarrazi, que se encuentra en Roma, a reiterar que "no tiene plan alguno de desarrollo de armas nucleares". Jarrazi insistió en la voluntad de su Gobierno de cooperar con la OIEA, un organismo de Naciones Unidas.
Irán aceptó en noviembre pasado abrir de par en par sus instalaciones nucleares, supuestamente de uso civil, a los inspectores de Naciones Unidas, para lo que firmó, un mes más tarde, el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación Nuclear, que permite inspecciones sin previo aviso, y se comprometió a colaborar con el OIEA. Además, como gesto de buena voluntad hacia el Reino Unido, Francia y Alemania, cuyos ministros de Exteriores visitaron Teherán en octubre y fueron los inductores del acuerdo, el régimen de los ayatolás aceptó dejar de fabricar uranio enriquecido, lo que no han cumplido.
Centrifugadoras avanzadas
Según el diario británico Financial Times, que cita a diplomáticos occidentales, las centrifugadoras encontradas son máquinas de segunda generación, desarrolladas por el consorcio europeo Urenco y mucho más avanzadas que las declaradas por Irán hasta ahora. Ningún portavoz de la OIEA quiso ayer comentar al respecto.
Este descubrimiento pone en dificultades a la Junta de Gobernadores de la OIEA -su órgano ejecutivo, que componen los representantes de los 35 países miembros-, que, aunque en noviembre pasado condenó a Irán por haber cometido infracciones y omisiones de sus obligaciones ante el organismo a lo largo de dos décadas, se negó a llevar el caso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como pretendía Estados Unidos. La junta tiene previsto reunirse en Viena, sede de la OIEA, el próximo 8 de marzo para analizar los programas nucleares de Irán y Libia.
El director de la OIEA, Mohamed El Baradei, destacó ayer en un artículo en The New York Times que el mundo se enfrenta a un peligro cada día mayor de "proliferación nuclear". El Baradei destaca que si no cambian las actuales políticas, "nos enfrentamos al riesgo de la autodestrucción"; hace un llamamiento al control de las exportaciones de material nuclear y de las instalaciones de todos los países y pide el desarme de las grandes potencias nucleares.
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