"El Ayuntamiento ha cambiado de cara, pero no de política"

El despacho fue antes de Juan Barranco, Fernando Morán y Rafael Simancas. Ahora pertenece a Trinidad Jiménez, malagueña de 41 años, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. Como principal novedad decorativa, un par de cuadros de colores vivos y una enorme planta muy verde. La concejal lleva ocho meses en la oposición del municipio con mayor presupuesto de España, enfrentándose a la mayoría absoluta de la que goza el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP. No parece cansada de la labor de zapa del que se coloca enfrente del poder. Ni aburrida.

Pregunta. ¿Es aburrido ejercer la oposición?

Respuesta. No. Es duro. Pero de todo menos aburrido.

P. ¿Por qué es duro?

R. Hombre, porque es mucho más difícil hacer política. En el Gobierno, las iniciativas que tienes repercuten en el vecino. En la oposición pones ganas, ilusión, pero tienes una capacidad limitada. Aunque no me aburro en absoluto. Me faltan horas para hacer todo lo que quiero hacer.

"No se me suministra la información a la que, como oposición, tengo derecho"

"En cuanto a la gestión municipal, el alcalde, por el momento, no ha hecho nada"

P. Entre otras cosas, abrir su despacho, dos días a la semana, para que acudan los vecinos a hablar con usted. ¿Es que el Ayuntamiento está cerrado a los vecinos?

R. Por parte del equipo de Gobierno, sí. Desde la oposición, no; desde la oposición hemos trabajado para que la gente pueda acercarse a hablar. Por eso hemos destinado dos días para que los vecinos puedan acercarse a mí.

P. ¿Y eso es importante?

R. Yo notaba durante la campaña electoral que la gente lo necesitaba, que necesitaba hablar con los políticos, tener la posibilidad de hablar de sus problemas y proponer iniciativas. Y hacer política es estar con la gente.

P. Y, ¿Ruiz-Gallardón está con la gente?

R. No. Le falta el contacto directo. Hace declaraciones públicas, bastante vagas, por cierto, hace anuncios. No tiene esa relación estrecha con los ciudadanos que debe tener un alcalde.

P. A José María Álvarez del Manzano se le criticó precisamente la cantidad de veces que estaba en la calle, inaugurando cosas...

R. La crítica al anterior alcalde no era tanto por estar con los vecinos, que eso no es malo y no es criticable, sino por no hacer otra cosa, por dedicarse a dar vueltas por la ciudad, nada más. Un alcalde debe gestionar su municipio y al mismo tiempo tener ese talante personal.

P. Y, en cuanto a la gestión, ¿también suspende a Ruiz-Gallardón?

R. Es que Ruiz-Gallardón, por el momento, no ha hecho nada.

P. O sea, que le califica como de no presentado.

R. Eso. En los ocho meses que lleva en el cargo, por mucho que intente pensar, no encuentro ningún tipo de iniciativa, salvo en cuestiones de movilidad.

P. Se refiere a poner un bordillo para proteger el carril-bus.

R. Sí. Sólo ha anunciado que rescata una vieja propuesta socialista. No encuentro, por mucho que recuerde, otra idea que tenga un mínimo de relevancia para los ciudadanos.

P. Usted ha denunciado sentirse maniatada por la falta de información que le proporciona el equipo de Gobierno.

R. Ruiz-Gallardón no me suministra la información relativa a la gestión municipal a la que, como oposición, tenemos derecho. Y exijo esa información. Sin esos datos es imposible hacer política y controlar la labor del equipo municipal.

P. El equipo de Gobierno se ampara en una ley para hacerlo.

R. Antes de que la Ley de Modernización de Corporaciones Locales entrara en vigor [el 1 de enero], el señor Ruiz-Gallardón había decidido excluir a la oposición de los consejos de administración de las empresas públicas mixtas [Funeraria, Mercamadrid, Canal de Isabel II o Ifema]. Y eso nos restaba capacidad para conocer los asuntos del Ayuntamiento y poder hacer nuestra labor de control. Parte de la gestión municipal se lleva a cabo a través de estas empresas públicas.

P. ¿Sólo en este tipo de empresas se ha visto mermada su información?

R. No. Ruiz-Gallardón ha reforzado el poder de la Junta de Gobierno, el ejecutivo municipal, para entendernos. Para compensar, por ley, debería haber reforzado los mecanismos de control. Pues al contrario.

P. ¿Han mermado con respecto a la era Manzano?

R. Efectivamente. Hay lentitud para que nos lleguen los expedientes, retraso para saber los temas que se van a discutir en las comisiones informativas...

P. ¿Eso les impide trabajar?

R. No. Por muchas dificultades que nos pone el PP, no vamos a dejar de hacer nuestro trabajo. Lo podremos hacer con más o con menos trabas, emplearemos más o menos tiempo. Pero que quede claro que este grupo municipal en ningún momento ha renunciado a ejercer la labor de oposición.

P. ¿Le ha decepcionado en esto Ruiz-Gallardón? Tiene fama de hombre abierto y tolerante y usted le acusa de negarle información...

R. Es que es un hombre muy correcto en las formas pero ejerce el poder de una manera autoritaria y personalista. ¿De qué me sirve que me nieguen la información de forma educada? ¿De qué me sirve a mí que me digan, con buenas maneras, que me tengo que ir de las empresas públicas? Quiere controlar de forma absoluta el Ayuntamiento. Y yo no se lo voy a consentir por dos razones.

P. ¿Cuáles?

R. Porque tengo derecho a esa información y porque más de 625.000 ciudadanos han elegido al PSOE y quieren que defendamos sus intereses.

P. ¿Influyen en los ciudadanos las desavenencias entre Esperanza Aguirre [presidenta de la Comunidad] y Ruiz-Gallardón?

R. Claro. Y, en eso, tanto el alcalde como la presidenta han demostrado una falta de responsabilidad. Porque sus diferencias no deberían afectar tanto. A mí me da igual quién tiene razón. Lo que me importa es que por un enfrentamiento personal están perjudicando a los madrileños. Y los señores Gallardón y Aguirre se deben a la dignidad de sus respectivos cargos. Tienen que luchar por los intereses de los ciudadanos. Ambos. Así que les pido que se pongan de acuerdo y se pongan a gobernar.

P. Tras ocho meses en la oposición, ¿cuál es, a su juicio, la más importante carencia de Madrid?

R. Siempre pensé, y lo sigo pensando, que la carencia más importante de Madrid, y que estaría bien reconstruir, es un sentimiento de pertenencia y de adhesión a la ciudad.

P. Y eso, ¿cómo se logra?

R. Con políticas activas, trabajando para que la gente se sienta a gusto en su ciudad, con medidas sociales para los mayores y los jóvenes, con una política cultural. Llama la atención que en una ciudad como Madrid, destinada a ser un centro de cultura, exista tan poca vida cultural. Yo voy a otras ciudades como París, Londres, Roma, y tienen una gran vida cultural en la calle. Madrid no.

P. Precisamente era una de las asignaturas pendientes que quería solucionar Ruiz-Gallardón, ¿no?

R. Pues resulta que Alberto Ruiz-Gallardón, que se pasó toda la campaña hablando de cultura, sólo ha hecho una cosa en cuanto a gestión cultural en estos ocho meses: destituir por fin al director del Teatro Español [Gustavo Pérez Puig, sustituido por Mario Gas]. Es una gran gestión cultural, ¿no? En serio: está todo por hacer. Yo quiero generar ese sentimiento de adhesión y de pertenencia del que hablaba antes, y para eso es necesaria la cultura. Tenemos que hacer que la gente se sienta orgullosa de pertenecer a esta ciudad. Hay que recuperar ese sentimiento de orgullo. Que yo tengo, aun no habiendo nacido aquí.

P. ¿No es eso algo muy abstracto para que se encarguen de recuperarlo las instituciones?

R. ¡Pero algo tendrán que hacer las instituciones! ¿No? Si el Ayuntamiento consiguiera recuperar espacios públicos como la Casa de Campo o la Dehesa de la Villa, o que los madrileños se involucraran en la cultura, potenciando los centros culturales o las salas alternativas... si consiguiera crear nuevos espacios escénicos y para la música en vivo... Y si además se hicieran políticas para la vivienda, para que se independizaran los jóvenes, si las mujeres contáramos con suficientes escuelas infantiles para armonizar el deseo de ser madre con el de tener trabajo fuera del hogar.... Todo eso contribuiría a generar ese sentimiento.

P. Y Ruiz-Gallardón no hace nada de eso.

R. Lo más importante que ha aprobado este Ayuntamiento hasta ahora han sido los presupuestos. ¿Qué hay en materia de vivienda? ¿Qué hay para las mujeres? ¿O para el deporte de base? ¿O para la cultura? A mí me gustaría no tener que contestar que no hay apenas nada.

P. ¿En qué ha cambiado el Ayuntamiento con Ruiz-Gallardón?

R. Gobernaba el PP y sigue gobernando. Ha cambiado la cara, pero no han cambiado las políticas.

P. Pero es difícil que la ciudad no refleje la personalidad de su alcalde, y Álvarez del Manzano y Ruiz-Gallardón son muy diferentes...

R. Repito: las políticas son las mismas. Y, además, ocurre que Gallardón no le está dando ninguna impronta personal a su quehacer político. Está haciendo una labor continuista. Tengo la impresión de que no tiene un particular interés en ser alcalde de esta ciudad ni, por tanto, de darle un estilo personal, un sello personal.

P. Aparte de mejorar la información a la oposición, en qué debe mejorar el Ayuntamiento?

R. En la propia Ley de Modernización de las Corporaciones Locales se dice que se ha de crear una comisión, aprobada por el pleno, que servirá para que los vecinos canalicen a través de ella sus reclamaciones y quejas. Sería un proyecto de gran envergadura y muy positivo.

P. ¿Cómo funcionaría?

R. Aún está por aprobar, pero sí es seguro que estará integrada por todas las fuerzas políticas. Los ciudadanos podrían dirigirse a nosotros con sus protestas o sus sugerencias. Vuelvo a lo de antes: los vecinos quieren hablar con los políticos. Y los políticos debemos hablar con los vecinos de las cosas que les importan. Nos debemos hacer cargo de su estado de ánimo.