La crisis industrial pone en peligro un millar de puestos de trabajo en Cádiz
Los sindicatos advierten del fracaso de las políticas de empleo de la Junta y el Gobierno
El sector industrial de la Bahía de Cádiz no vive precisamente su mejor momento. Tres grandes industrias -el grupo naval Izar (antes Astilleros Españoles), Altadis (antigua Tabacalera) y Delphi Automotive (General Motors)- han presentado planes para eliminar un millar de empleos. Esta situación evidencia, a juicio de los sindicatos, "el fracaso de las políticas de fomento del empleo" tanto del Gobierno central como del autonómico.
El secretario regional de UGT, Manuel Pastrana, cree que la situación en la Bahía de Cádiz responde a un "progresivo proceso de desertización industrial", algo que CC OO explica por "el fracaso de las políticas de fomento del empleo" de los Gobiernos.
A los 80.774 parados gaditanos, que representan un 17,44% de la población activa -la tasa más elevada de todo el país-, pueden sumarse en breve 400 empleados de la factoría de Izar de Puerto Real, 263 de la planta de Delphi, también en la localidad puertorrealeña, y 200 de la planta de Altadis de Cádiz, según las previsiones de los tres expedientes de regulación de empleo presentados.
La dirección de Delphi justifica sus planes en la disminución de pedidos a esta firma por la competencia de factorías de otros países. Algo similar sucede en Izar, mientras que Altadis ampara sus planes en el descenso del consumo de tabaco.
El consejero de Gobernación, Alfonso Perales, atribuye toda la responsabilidad de la situación al Gobierno central. La Junta ha expresado su rechazo a los tres expedientes y ha advertido a Delphi de que le exigirá la devolución de algunas ayudas económicas si consuma los despidos. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha pedido a la presidenta del PP andaluz y alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez (PP), que "dé la cara".
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, también señala al Gobierno central, a quien acusa de "suprimir el Ministerio de Industria y liquidar la SEPI".
La otra cara
En medio de este panorama de crisis industrial, sólo dos grandes empresas aportan alguna esperanza en la Bahía de Cádiz. Son Airbus y Dragados Off Shore, ambas con sedes en Puerto Real.
La planta aeronáutica participa directamente en la construcción del A-380, el avión comercial, según la empresa, más "avanzado, espacioso, grande y eficiente" de la aviación mundial, con capacidad para 555 pasajeros.
Los más de 500 empleados de esta factoría se encargan de construir los estabilizadores horizontales y la panza de esta aeronave, llamada Belly Fairing, una estructura de más de 3.000 piezas y con las siguientes dimensiones: 30 metros de largo, ocho de ancho, cuatro de alto y más de dos toneladas de peso donde se instalarán el tren de aterrizaje y las bodegas.
La plantilla de Puerto Real monta los timones de dirección y de altura. Las piezas son transportadas por barco hasta la ciudad francesa de Tolouse, donde se ensamblará finalmente el avión.
Estos trabajos han obligado a esta factoría gaditana a multiplicar por cinco sus instalaciones que cuentan ahora con una superficie superior a los 16.000 metros cuadrados.
El director general de Airbus en España, Manuel Hita, cree necesaria una nueva ampliación para "consolidar" esta planta como "un centro de excelencia de montajes".
De esta buena salud industrial goza también Dragados Off Shore, que ha llegado a contar con cerca de 2.000 trabajadores, aunque la plantilla habitual roza el millar de operarios.
En los últimos años, esta planta ha construido grandes plataformas petrolíferas destinadas al golfo de México y puentes para Escandinavia. Actualmente, construye una moderna central térmica de ciclo combinado, con un presupuesto de 250 millones de euros, para el Círculo Polar Ártico.
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