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Entrevista:JULIO DE VIDO | Ministro de Planificación, Inversión Pública y Servicios de Argentina

"En los contratos más incumplidos no hay empresas españolas"

Julio de Vido es ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios del Gobierno argentino. Ha sido también estos días el arquitecto del segundo viaje, el bueno, del presidente Néstor Kirchner a Madrid. De Vido, 54 años, es en efecto arquitecto de profesión y lleva muchos años junto a Kirchner. Ésta es parte de la conversación que mantuvo con EL PAÍS.

Pregunta. ¿Cómo valora la visita del presidente Kirchner a Madrid?

Respuesta. La visita ha sido un éxito y me marcho con mucha expectativa. Me parece que el diálogo puntual de cada problema con cada protagonista ha generado un descubrimiento mutuo. A algunos ya los conocía desde mis tiempos como ministro de Economía de la provincia de Santa Cruz

"Queremos que los empresarios españoles inviertan otros 37.000 millones de dólares"
"Generaremos más confianza cuanto antes terminemos la renegociación"

[cuando el actual presidente Néstor Kirchner era gobernador] como a los empresarios pesqueros y a Repsol, con quienes tengo una relación de trabajo, de duras peleas y discusiones, pero siempre con acuerdos que se cumplieron, tal como es el estilo de Kirchner. He descubierto en el señor Cuevas

[José María Cuevas, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales] una muy buena persona, algo que ya me habían comentado en Argentina.

R. En efecto, yo no vine en julio; es más, ésta es mi primera visita a Europa. En cuanto a las diferencias con el viaje anterior, creo que el escenario argentino es distinto, ya que estos ocho meses de gobierno han servido para anudar confianzas mutuas. Este viaje ha venido a rematar esa etapa. Además, la visita de julio fue de presentación y esta vez hemos conversado temas propios de mi ministerio. No fue acertado que en julio se encontraran cincuenta personas a discutir los enormes problemas que tiene Argentina, con sectores tan distintos entre sí.

R . El presidente Kirchner es un hombre de definiciones contundentes y los empresarios españoles también lo son... Por eso quizá hubo un intercambio de palabras. Ocurre que, muchas veces, se está acostumbrado a jefes de Estado que son más protocolarios, en cambio Kirchner se mete en todos los temas y los discute a fondo. Yo creo, por tanto, que ha habido una historia, desarrollada en muy poco tiempo, ocho meses, donde hemos dialogado e intercambiado ideas y en la que han tenido lugar anuncios de inversiones. Repsol, por ejemplo, ya había anticipado en octubre de 2003 una inversión de 6.000 millones de dólares durante los próximos tres años, algo que ahora sus directivos han ratificado en Madrid. Alfonso Cortina, su presidente, le ha comunicado al presidente Kirchner que ya se ha comenzado a explorar, es decir, que Repsol ha empezado su plan de inversión. Además, la compañía presentó aquí la guía turística de Argentina, algo que no es un acontecimiento menor en un país como España, que recibe cada año 54 millones de turistas... Aerolíneas Argentinas supone un caso similar, con anuncios de inversiones y de incorporación de nuevos aviones. Otro dato importante es el hecho de que el acuerdo con CEOE también lo firmaron los propios industriales argentinos, porque queremos generar sinergias con el empresariado industrial argentino. Tenemos un proyecto fuertemente industrialista en el que los servicios, precisamente, tienen que estar al servicio del desarrollo productivo e industrial, algo que nos va a ayudar a solucionar uno de nuestros problemas más graves: la desocupación.

R . Mire, en general, sin hacer referencia a las empresas de España, hemos detectado incumplimientos, algunos más graves que otros. De hecho, son de público conocimiento las fuertes discusiones que estamos teniendo con Aguas Argentinas [en la que Aguas de Barcelona posee el 25%].

R . Yo le diría que se ha planteado la cuestión de una manera tal que nos ha parecido prudente generar con ellos un acuerdo transitorio, previo al definitivo, y lo hemos hecho así para poder descomprimir los problemas más urgentes. Estamos trabajando en él, por eso quizá se lo ve como el caso más drástico. En otros casos, como los contratos de energía y de gas, tenemos la facilidad de contar con marcos regulatorios más definidos, y la discusión del día es mucho más técnica. Con estos contratos la idea es generar grupos de trabajo por fuera de la unidad negociadora, como lo que haremos con Endesa, donde queremos que los procesos de inversiones garanticen el futuro. Lo importante es que todos los contratos se reencaucen para satisfacer las necesidades demandantes del Estado argentino.

R . Pienso que las empresas españolas tienen una gran vocación de continuarlos, y por parte nuestra hay una enorme vocación negociadora. El grado de cumplimiento de cada contrato aún está bajo estudio, por lo que no puedo hacer una apreciación provisoria hasta que no concluyamos las evaluaciones. Pero le añado que los contratos que tienen mayores problemas son de público conocimiento. Y no hay, entre ellos, empresas españolas. En Aguas Argentinas hay una empresa española que es socia minoritaria, pero no es la que conduce el contrato.

P. ¿Qué falta para que esa revisión se complete?

R. Tenemos hasta el 31 de diciembre, aunque no pensamos recostarnos en el largo plazo. Cuanto antes terminemos la renegociación, generaremos mayor confianza y Argentina tendrá mayor seguridad jurídica hacia el exterior.

R . Las reuniones con Aznar fueron muy buenas, y aunque el tema se ha abordado, ha sido siempre de manera bastante genérica. El presidente Aznar le preguntó al presidente Kirchner cómo estaban las conversaciones y Kirchner le respondió que se encontraban dentro de cauces normales. Las empresas españolas invirtieron antes de la crisis 37.000 millones de dólares. ¡Queremos que inviertan otros 37.000 millones de dólares!

R . No es lo que manifestó su presidente, Manuel Pizarro, en la reunión que mantuvimos... Pizarro le planteó al presidente Kirchner que no venía a hablar de tarifas, que venía a conversar sobre el futuro del sector.

R . No. El crecimiento que experimentan en Argentina los ha convencido de que deben acompañar el tirón de la demanda interior. Todas las empresas han vuelto a ganar, menos el Banco Francés [BBVA], que lo hará, sin duda, en los próximos meses.

Julio de Vido, en Madrid, durante la entrevista.
Julio de Vido, en Madrid, durante la entrevista.ULY MARTÍN

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