Giscard pide ayuda a sus socios políticos para la Constitución

La preocupación por la pérdida de ilusión ciudadana en la idea de Europa ha alarmado al congreso del Partido Popular Europeo (PPE), que ayer adoptó en Bruselas su programa electoral para los comicios de junio al Parlamento Europeo. Valéry Giscard d'Estaing, padre de la Constitución europea, pidió a sus correligionarios que solicitaran la ayuda de los europeos para sacar adelante una Carta Magna con la que hacer frente a la frialdad ciudadana ante Europa.

José María Aznar se despidió como jefe de Gobierno con un discurso que fue un testamento político: reafirmó su creencia en una Unión Europea sostenida sobre instituciones eficaces, Estados nacionales sólidos y económicamente reformada y con un vínculo trasatlántico fuerte.

El fiasco en la aprobación del borrador constitucional europeo, la amenaza de fisuras en múltiples frentes, el encarnizado debate sobre los cumplimientos e incumplimientos del Pacto de Estabilidad y la inminente llegada al club europeo de 10 nuevos socios, considerada precipitada por algunos europeístas históricos, han desilusionado a los europeos. En el Congreso del PPE, cuyos 232 escaños lo convierten en el mayor partido del Parlamento Europeo, se escucharon ayer voces de alarma sobre esta pérdida de aliento.

"La imposición de los grandes sobre los pequeños quebrará los fundamentos de la Unión Europea", vaticinó Hans-Gert Pottering, el alemán que dirige el grupo parlamentario del PPE. "Hay dudas, temores ante una gran Europa. Tenemos que superar el escepticismo", indicó Jan-Peter Balkenende, primer ministro holandés. "En nuestras sociedades hay menos impulso europeo hoy que hace algunos años. El peligro no es la integración, sino la desintegración", alertó el portugués José Manuel Durão Barroso. "Hay que volver a enseñar a los europeos a amar a Europa", apuntó el luxemburgués Jean Claude Juncker.

Giscard d'Estaing presentó al Congreso la evolución y desenlace del debate sobre la Constitución y, tras aludir a la pervivencia de problemas como "el alejamiento de los ciudadanos" de la idea de Europa, señaló que "si no hay un proyecto constitucional, Europa se dividirá". Esa crisis se verá agravada por el hecho de que "los que van a venir se sentirán descolocados".

Antes, Aznar había señalado que el sistema de mayoría propuesto en el proyecto constitucional defendido por Giscard "no es el adecuado para el futuro de la Unión". Según el presidente del Gobierno español, "Europa necesita un sistema en el que los intereses de los distintos Estados puedan ser defendidos y tenidos en cuenta. Y creo que esto no está asegurado con el sistema propuesto".

Aznar estuvo beligerante, sin ceder un ápice en las tesis que ha venido defendiendo en la UE. "Creo firmemente que la UE del futuro debe basarse en cuatro pilares fundamentales: unas instituciones eficaces, que le permitan funcionar con agilidad; unos Estados nacionales sólidos; un proceso de reformas que permita el crecimiento económico y un vínculo atlántico fuerte y positivo". El presidente del Gobierno señaló que "Europa necesita fortalecer su credibilidad. Y esto sólo se logra cumpliendo las normas que nos hemos dado, ya sean acuerdos institucionales, económicos o presupuestarios".

Aznar señaló que "una cooperación estratégica entre EE UU y la UE es la mejor garantía para asegurar la paz y la estabilidad y para favorecer el desarrollo y la expansión de la democracia en el mundo. No hay alternativa creíble a esta relación".