_
_
_
_

Diez policías y decenas de trabajadores heridos en los enfrentamientos de Izar en Sevilla y Cádiz

Chaves pide una reunión urgente "al máximo nivel" entre la SEPI y el Gobierno central

Las protestas de los trabajadores del grupo naval Izar en Sevilla y Cádiz continuaron ayer su escalada de violencia. El resultado de los enfrentamientos fue el de diez policías heridos, uno de ellos grave, y varias decenas de trabajadores contusionados o afectados por la inhalación de gases lacrimógenos. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, pidió ayer desde Almería una reunión "al más alto nivel" de la Sociedad Española de Participación Industrial con dirigentes del PP. Chaves criticó el comportamiento del Gobierno con los trabajadores de Izar y exigió la implicación política del PP.

Diez policías nacionales -uno de ellos de grave por la pérdida de un dedo la mano- y un número indeterminado de trabajadores resultaron ayer heridos de distinta consideración en los nuevos enfrentamientos que se produjeron en la carretera industrial de Cádiz y en el puente José León de Carranza, en el municipio de Puerto Real. La Bahía de Cádiz revivió ayer las estampas de barricadas ardiendo e intercambio de pelotas de goma y botes de humo disparados por las fuerzas de seguridad, y los tornillos, tuercas y piedras con los que respondieron los 3.000 operarios que secundaron el paro de dos horas. El expediente de regulación de empleo de 400 trabajadores de Puerto Real ha encendido aún más si cabe las protestas de los operarios que, inicialmente, reclamaban más pedidos que garanticen el futuro de las tres factorías.

Los enfrentamientos más graves se registraron ayer a las puertas de la factoría de Cádiz, donde unos 500 trabajadores cortaron a las 11.30 horas la carretera. Los disturbios se saldaron con dos policías heridos por el impacto de objetos contundentes y de un trabajador que fue alcanzado por una pelota de goma. Los tres fueron atendidos en un hospital cercano. Otros empleados sufrieron irritación en los ojos, nariz y garganta al inhalar el humo de los gases lacrimógenos lanzados por la policía. Una intensa humareda cubrió la zona durante dos horas. Una bengala impactó en la ventana de un domicilio particular, por lo que la policía optó por desalojar a los vecinos de los edificios cercanos al epicentro de la protesta y por cortar el tráfico ferroviario. 15 trenes y 1.000 viajeros se vieron afectados.

Casi a la misma hora, comenzaron los enfrentamientos en el puente Carranza, hasta que los policías cargaron con rotundidad y obligaron a los trabajadores a refugiarse en la factoría de Puerto Real. Los manifestantes se parapetaron en las instalaciones desde continuaron lanzando objetos. Una tuerca de grandes dimensiones impactó en un policía que, de paisano grababa los incidentes. Tuvo que ser evacuado a un centro hospitalario donde, pese a los intentos de los médicos, perdió una falange del dedo meñique de una mano. Por otra parte, un fuerte dispositivo policial en la factoría de San Fernando impidió al millar de empleados salir de la planta.

En Sevilla, las refriegas entre los operarios y los agentes antidisturbios de la Guardia Civil se saldaron con una veintena de trabajadores heridos y un detenido, que posteriormente fue liberado. El enfrentamiento se produjo en la esclusa del puerto. Las movilizaciones se iniciaban a las 10.30 de la mañana cuando un grupo de operarios cortaba la carretera de la esclusa, el único acceso por carretera para entrar en la zona del puerto y la factoría. Una barricada de contenedores ardiendo, piedras y varias farolas fue el parapeto. Tras más de una hora de enfrentamientos, los trabajadores perdieron terreno y se refugiaron en el interior de la factoría.

El PSOE e IU auspiciaron sendas iniciativas a favor de los trabajadores de astilleros. El coordinador regional de IU, Diego Valderas, anunció que pedirá la convocatoria de la Diputación permanente del Congreso y del Parlamento andaluz para que el Gobierno central y la Junta informen, respectivamente, sobre las actuaciones que va a emprender para combatir la situación "delicada" que atraviesa el sector naval.

Un agente de la Guardia Civil tropieza con una de las barricadas en la carretera de la esclusa de Sevilla.
Un agente de la Guardia Civil tropieza con una de las barricadas en la carretera de la esclusa de Sevilla.PÉREZ CABO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_