_
_
_
_
VISTO / OÍDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La verdad falsa

No estoy seguro de si deberíamos cambiar los códigos, catecismos, manuales, libros de estilo, textos filosóficos y de clase del parvulario a la universidad, y los seminarios, para eliminar toda condena a la mentira. O darle una dimensión meliorativa: los que nos mienten lo hacen por nuestro bien, y el Trío Calaveras que cantó en falsete en las Azores mintió para salvarnos. El último mentiroso -en ese buen sentido que propongo- es Aznar: los otros dejan entrar dudas y buscan culpables ajenos. No tienen la finura ni la construcción de un buen novelista, se contradicen. Uno de Aznar dice que el jefe nunca aseguró que había armas masivas: le ponen la radio, el vídeo, le enseñan los periódicos, y resulta que no paró de decirlo.

Powell dice que si los informes de la CIA hubieran sido reales hubieran obrado de otra manera: rápidamente lo desmiente, porque Bush se lo manda. Desmentir quiere decir denunciar y negar una mentira. ¿Cómo se diría negar una verdad, una vez emitida? No está previsto. Se deduce la insuficiencia del lenguaje para los tiempos modernos y la mala adaptación de la verdad a la realidad, que significan cosas distintas. Cuando una realidad es desagradable para el dueño del idioma, que es el que manda, se emite una verdad falsa: ¿se puede decir "verdad falsa"? Ya, sí. Solamente si se tiene en cuenta esta lógica ilógica el juego nos será útil: nosotros, los mandados, no podemos mentir, a menos de que lo hagamos en el sentido del mandante, que algo nos dará. Cuando Aznar dice que su incorporación a la cosa de Irak (no sé si se puede decir guerra) fue porque había una amenaza para España, hay que olvidar la destrucción masiva y preguntarse qué será, será. Si tantos espías y guardias se han desplegado allí es que estarán buscando vascos.

Quizá convenga una meditación sobre sí mismo para saber desde cuándo le mienten: desde que le enseñan a hablar. Una de las primeras mentiras es: "Niño, no se miente". Luego vienen las orgánicas: la resurrección de Lázaro o el vuelo mágico de la casa de Loreto: el chaletito de Jerusalén de la Sagrada Familia, donde parió una virgen y el verbo se hizo carne, trasladada por los aires a Italia. Junto a eso, la escritura que dice que todo español tiene derecho a vivienda y trabajo es una simple broma.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_