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Caldera, único representante del PSOE en el acto, da por zanjada la crisis con los socialistas catalanes

Luis R. Aizpeolea

"El PSOE da por zanjada la crisis en las relaciones con el PSC", derivada de la entrevista entre Carod Rovira y la cúpula de ETA. Así lo manifestó ayer el portavoz parlamentario y número dos del PSOE, Jesús Caldera, y así lo quiso escenificar con su presencia en la sede de la Delegación de la Generalitat catalana en Madrid a la que acudió Pasqual Maragall para presidir la toma de posesión del nuevo delegado, Manuel Royes. Paralelamente, el primer secretario del PSC, José Montilla, también daba "por zanjada" la crisis desde Girona.

Sin embargo, Caldera fue el único representante de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE que acudió a arropar a Maragall a la Delegación de la Generalitat en Madrid. Caldera excusó la ausencia del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, por tener contraído previamente un compromiso de Estado. Desde la Ejecutiva Federal del PSOE alegaron razones de protocolo para justificar la limitada asistencia de la dirección socialista.

"La Delegación de la Generalitat en Madrid sólo invita a secretarios generales y a portavoces de partido Sólo habían sido invitados Rodríguez Zapatero y Caldera y algunos que nos hubiera gustado acudir, no pudimos hacerlo", señaló la portavoz socialista, Carme Chacón. De donde no acudió ningún representante fue del Gobierno del PP, que también había sido invitado. Sólo acudió un consejero catalán de la Comunidad de Madrid, Santiago Fisas.

Caldera quiso reafirmar, por su parte, su anunciada superación del conflicto entre el PSOE y PSC, con un elogio del discurso de Maragall, al que calificó de "magnífico". Destacó el llamamiento del presidente de la Generalitat a la "cooperación y al diálogo" con las instituciones centrales y el Gobierno y su anuncio de implicarse personalmente en ello.

También llamó la atención por la "puesta en valor" que hizo Maragall de la "defensa de un proyecto común desde la singularidad" de Cataluña. Y atribuyó las malas relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat al "muro de ladrillos que ha levantado la derecha de este país". "Ellos quieren cerrar puertas y otros, como Maragall, abrirlas", insistió Caldera.

La presencia de Maragall en la Delegación de la Generalitat arrastró pocos políticos, pero una presencia amplia del mundo de la judicatura, como el vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Fernando Salinas; vocales como Montserrat Comas; magistrados como Joaquín Giménez, Margarita Robles, Enrique Bacigalupo y Ana Pérez Tórtola; del Consejo de Estado como Javier Arozamena, y el ex ministro de Justicia Tomás de la Quadra. También acudieron los embajadores de Rusia, Japón, Suecia, Canadá y la República Checa.

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