Bulimia en Madrid
Soy familia de una niña de 12 años que hasta hace muy poco era una niña muy inteligente, que estos últimos dos años ha sido merecedora de premios convocados a nivel de la Comunidad de Madrid, que con su edad y motu propio ha leído más libros de que los que la mayoría de gente va a leer en toda su vida, que se expresaba con una claridad mental que para sí quisiera el 80% de la población adulta.
Ahora sufre bulimia nerviosa muy autodestructiva, motivada o que motiva, desequilibrios psíquicos importantes. Desde hace mucho, absolutamente toda la comida que ingiere la vomita, su deterioro físico es visible cada día. Nosotros, su familia, intentamos ayudarla, pero no sabemos cómo. Según facultativos del hospital debe ser ingresada de manera urgente, pero no es posible por falta de camas.
Según nos informan, existen 17 camas para psiquiatría infantil, no sé si para todo Madrid o casi, me quedé paralizada y no recuerdo exactamente el dato. Ayer, tras varios intentos por solucionar esta situación, lo más que pudimos conseguir es que sea apuntada en una de las famosas listas de espera, donde al parecer hay muchas pacientes que también necesitan de hospitalización. Yo me pregunto: ¿a qué hay que esperar, a que se intente suicidar y si no lo consigue entonces sí sea ingresada? o ¿a que sufra un colapso de alguna parte de su organismo por falta de comida?
Me gustaría ser psiquiatra especialista en este tipo de enfermedad para poder ayudarle, pero desgraciadamente no lo soy, por tanto necesitamos que sea ayudada de manera urgente. Me pregunto, ¿cómo podemos sufrir enfermedades que según parece son de países del primer mundo y para combatirlas sólo tenemos medios de un país tercermundista? Según me he informado, es una enfermedad muy peligrosa con múltiples agentes desencadenantes, entre los que siempre aparece de manera destacada la absurda tiranía de estar escuálida que imponen las modas.
Señora Aguirre, yo le pediría que de esos famosos siete hospitales que, según parece, va a construir, uno de ellos, o al menos una parte, sea dedicada a este tipo de enfermedades, pero eso sí, que no lo paguemos los trabajadores, que lo paguen las firmas de moda, las tiendas de moda, las importantes empresas textiles, los grandes almacenes, y todos aquellos que contribuyen a este sin sentido, pero que el dinero no salga de elevar más los precios o bajarles los impuestos, que lo paguen de esos elevados beneficios de los que cada año alardean y se jactan porque superan siempre los del año anterior.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.