Enseñanza exigirá "contundencia" a los inspectores en el proceso de matriculación

El Departamento de Enseñanza va a prestar especial atención a los procesos de matriculación para garantizar transparencia y equidad en la admisión de estudiantes. El consejero Josep Bargalló advirtió ayer de que ha dado instrucciones a la dirección de Inspección para que actúe de manera "rígida" y "contundente" contra las escuelas que se sitúen "fuera de las reglas de juego" de lo que será el nuevo decreto de admisión de alumnos, que está previsto que presente esta tarde al Consejo Escolar de Cataluña.

La nueva normativa, que es una reelaboración del decreto aprobado por el anterior Gobierno, incorpora parte de las demandas de la mesa sectorial -compuesta por los sindicatos- y las que el propio consejo había realizado respecto al decreto anterior.

La transparencia en el proceso de matriculación y admisión de alumnos es una de las piedras de toque del nuevo equipo de Enseñanza, hasta el punto de que, con vistas al próximo curso, todos los ayuntamientos deberán habilitar un centro de información sobre las condiciones de cada centro (véase EL PAÍS de ayer).

Bargalló señaló que el decreto de admisión asegurará que las familias cuenten con una información completa de los derechos y deberes de todos los centros "para que puedan elegir escuela con el máximo conocimiento posible de la realidad" y garantizará "que no se segregue a nadie en ningún centro ni público ni privado" y que "todos los centros sostenidos con fondos públicos asuman, sin perder sus derechos, sus deberes de escolarización", informa Efe.

El consejero recordó que su departamento cuenta con instrumentos como Inspección para garantizar el cumplimiento de estos objetivos, lo que significa que "Inspección tiene órdenes de actuar a favor de la escuela pública y de la privada".

Etiqueta negativa

Bargalló afirmó: "A quien más daño hace que algunos centros concertados se salten las normas es justamente a los centros de las mismas características porque acaban recibiendo una etiqueta negativa". Y es que, a su juicio, "la mayoría de los centros concertados están a favor de las reglas de juego, por lo que no deben tener ningún problema en que estas reglas sean más claras, más conocidas y más equitativas".

Respecto al trabajo de control de Inspección, opinó que "en la mayoría de los casos lo que fallaba no era Inspección, sino el departamento", en clara referencia a los casos de colegios privados de élite con los que se establecían conciertos pese a incumplir las condiciones para ello, ya que algunos cobraban hasta 600 euros mensuales a los alumnos. A pesar de que los inspectores emitieron informes desfavorables a la concesión de subvenciones a dichos colegios, el anterior departamento, dirigido por la convergente Carme-Laura Gil, decidió otorgar las ayudas.