La posición del brazo cambia la lectura de la tensión
La posición del brazo en el momento de medir la presión arterial puede modificar el resultado. Las lecturas de la tensión con los brazos paralelos o extendidos en la misma dirección que el cuerpo son un 10% superiores a las lecturas tomadas cuando el antebrazo se mantiene en ángulo recto respecto al cuerpo, con el codo flexionado a la altura del corazón. Así lo indica un estudio publicado en forma de carta el pasado 6 de enero de 2004 en la revista Annals of Internal Medicine.
Un porcentaje de variación del 10% es mucho cuando se trata de una medida que ha de ser tan precisa como la de la tensión arterial: puede significar tanto que puede condicionar que una persona sea o no considerada hipertensa y, en consecuencia, sometida o no a un tratamiento.
Los investigadores que han realizado el estudio, pertenecientes a la Facultad de Medicina de la Universidad de California, San Diego (UCSD), y del Medical College de Wisconsin (Estados Unidos), han señalado que dado que los valores de la presión arterial determinan las opciones de tratamiento, debería adoptarse una postura determinada y constante del brazo para medirla.
Los investigadores añaden que un estudio publicado anteriormente había constatado que el 73% de los trabajadores sanitarios no realiza las mediciones de la tensión con la posición adecuada del brazo (con el codo ligeramente flexionado y mantenido a la altura del corazón) y una posición adecuada del tensiómetro, tal y como las define la Asociación Americana para el Corazón y la mayoría de las sociedades de cardiología.
El estudio fue realizado por dos estudiantes de medicina, Thomas J. Hemingway y Diego Abdelnur, y fue supervisado por David Guss, director de los Servicios de Urgencias de la UCSD. Para llevarlo a cabo, los investigadores midieron la presión arterial de 100 pacientes de urgencias, con edades comprendidas entre los 18 y los 88 años, que acudían por un síntoma principal difícilmente asociado con la inestabilidad cardiovascular. Midieron la presión arterial de cada paciente seis veces: en posiciones del brazo perpendiculares (con el brazo en ángulo recto, flexionado por el codo) y en paralelo, con el cuerpo acostado, sentado y de pie. La proporción de pacientes sentados que fueron considerados hipertensos (presión arterial elevada) fue del 22% con el brazo perpendicular y del 41% con el brazo paralelo al cuerpo.
"En todas las posiciones corporales, la presión arterial sistólica y diastólica medida con el brazo perpendicular al cuerpo fue significativamente más baja que con el brazo en posición paralela", indican los autores.
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