El Defensor del Menor, a favor de aulas con menos alumnos
Más de 60 escuelas de la región superan el 50% de alumnado de origen extranjero
El defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, propone que los colegios con más niños inmigrantes puedan reducir a la mitad el número de alumnos por aula, no superando los 15. Éstas son algunas de las medidas que plantea para mejorar la situación de más de sesenta escuelas madrileñas que rebasan el 50% de alumnado extranjero. El consejero de Educación, Luis Peral, afirma que "toda sugerencia en un tema tan importante es bienvenida", pero matiza que en los centros con más inmigrantes el número de niños por aula, unos 20, es ya ahora inferior que en el resto.
Los colegios con mayor concentración de alumnado inmigrante se encuentran en la capital, en los distritos más mestizos, como Arganzuela, Centro, Chamberí y Tetuán. Y hay seis que baten todas las marcas porque en ellos más del 75% de los escolares procede de otros países: tres están ubicados en Centro, dos en Tetuán y uno en el distrito de Hortaleza.
El Defensor del Menor cree que para evitar que estos centros acaben convirtiéndose en verdaderos guetos "hay que hacerlos atractivos no sólo para los niños que estudian en ellos, sino también para el resto de la comunidad educativa". "Sólo así conseguiremos que sus alumnos se integren y que los padres autóctonos vuelvan a matricular en ellos a sus hijos", puntualiza Núñez Morgades.
Además de la reducción del número de alumnos por aula para que no haya más de 15 niños por clase (ahora se recomiendan 25 en educación infantil y primaria, y 30 en secundaria), el Defensor propone que los centros más masificados se amplíen o desdoblen. "Las relaciones profesor-alumno son más sencillas en un centro de 300 alumnos que en uno de 700", argumenta. Y reconoce que eso puede obligar a construir nuevas escuelas allí donde la ampliación sea imposible.
"En distritos como Centro quizá habría que recurrir a expropiaciones, porque no existen terrenos libres para levantar nuevos colegios. Pero es algo necesario porque conviene trabajar en grupos y colegios pequeños ", añade Núñez Morgades.
El Defensor también propone que el profesorado que trabaje en estos centros con numerosos inmigrantes tenga "una motivación y una formación especial", y que se refuercen las plantillas con educadores sociales. Plantea también la necesidad de ampliar las actividades extraescolares y de abrir nuevas aulas de enlace (ahora hay 184) en las que los chavales que llegan a Madrid sin saber castellano permanecen por un periodo máximo de seis meses hasta que adquieren las destrezas lingüísticas básicas para acudir a una clase normalizada.
Considera, asimismo, importante reforzar el trabajo de las comisiones de escolarización para que los niños inmigrantes que se incorporan a clase una vez iniciado el curso se distribuyan de una forma más equitativa entre los centros públicos y los privados concertados (sostenidos con fondos públicos). Ahora, el 75% de los niños inmigrantes va a colegios públicos y sólo un 25% a concertados.
Núñez Morgades matiza que todas estas medidas de refuerzo educativo no deben tomarse sólo en los centros con más inmigrantes, sino en todos aquellos que, por concentrar a niños de menos recursos socio-económicos, tienen más riesgo de padecer problemas de fracaso y absentismo escolar.
Peral, por su parte, reconoce que la inmigración supone un reto muy importante para la escuela madrileña. No en vano, hay 87.425 chavales de otros países matriculados en centros de educación infantil, primaria y secundaria de la región, frente a los 25.049 que había en 1999. Ahora suponen un 12% del total de los escolares.
Escuela concertada
Pero el consejero matiza que la incorporación de alumnos de otros países a las escuelas de la región está bajando de ritmo. "Este curso, de julio a diciembre, han llegado a las aulas 15.258 escolares de otros países, lo que supone un 6% menos que en el mismo periodo del curso pasado", explica.
"También es cada vez mayor la presencia de inmigrantes en la escuela concertada", añade, y matiza, asimismo, que en la capital hay 47 colegios con más de un 50% de alumnado inmigrante, "lo que supone un 8% del total de los centros de todo el municipio", concluye.
El Defensor del Menor ha formulado sus propuestas en un momento clave para la escuela madrileña, porque el Gobierno regional y toda la comunidad educativa (sindicatos, patronales de enseñanza, padres de alumno) han iniciado esta semana las negociaciones para e futuro acuerdo de mejora de la calidad de la enseñanza, que sustituirá al vigente de 1999 a 2003.
La atención al creciente alumnado inmigrante, la construcción de centros públicos en nuevos barrios como Las Tablas o el Ensanche de Vallecas, y la ampliación de la oferta de plazas en el tramo de preescolar serán las principales patas del futuro acuerdo.
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