El año de la recuperación en el sur

América Latina ha comenzado a andar el que promete ser el primer buen año desde 1997. Todo está dado para que las 19 economías de habla hispana y portuguesa de la región cierren 2004 con signos macroeconómicos positivos e incluso con significativos avances sociales si las cosas se hacen mejor que bien. América Latina crecerá este año entre el 3,5% y el 4%, según diferentes cálculos de distintas organizaciones (Cepal, FMI, BBVA, Caja Madrid).

En los últimos 12 meses, la región ha estado sentando las bases para su recuperación: han aumentado las reservas de divisas, la inflación se ha mantenido por debajo del 10% y se ha logrado un superávit primario (buen indicador de la capacidad de pago de un país o zona) del 0,7% del producto interior bruto (PIB) regional. No obstante, lo que más destacan los analistas de Caja Madrid es que América Latina "alcanzó un equilibrio en su balanza por cuenta corriente por primera vez en muchas décadas". Esto quiere decir que el ahorro interno de la región ha sido suficiente para financiar las necesidades de inversión sin recurrir a ahorradores del resto del mundo.

El progreso social y el fortalecimiento económico son las asignaturas pendientes

Y es que 2003 ha sido un año de políticas económicas bastante ortodoxas con el objetivo de recuperar la confianza de los inversores extranjeros. Aunque durante buena parte del año pasado la inversión estuvo muy lejos de los niveles deseados por los países, en los últimos meses se detectó un ligero incremento de los flujos de fondos, lo que ha dado estabilidad a los tipos de cambio y la prima de riesgo de impago de la zona.

A pesar de la incipiente recuperación de América Latina durante el año pasado, "ésta es aún insuficiente para revertir el estancamiento de los últimos años. El producto por habitante es todavía un 1,5% inferior al nivel de 1997", según el último informe de Cepal. Tras seis años de crecimiento por habitante negativo y de mercados laborales poco activos, un 44,4% de la población (227 millones de personas) vive por debajo de la línea de pobreza. Y aunque la mejoría económica impulsó la tasa de ocupación, el desempleo es aún elevado (10,7%).

El progreso social es la gran asignatura de la región para 2004, junto al fortalecimiento de la economía. La mayoría de los actuales gobiernos latinoamericanos tienen por delante un año políticamente tranquilo para dedicarse a mejorar la calidad de vida de los habitantes. No hay previstos movimientos electorales, a excepción del referéndum en Venezuela y las elecciones presidenciales en Uruguay y Panamá. El próximo año de grandes cambios políticos es 2006.

La recuperación de América Latina en este año estará apuntalada por las exportaciones, en especial de materias primas, que representan más de un tercio de las ventas externas (sólo la agricultura supone el 20%). El aumento de los precios de las materias primas ya fue el principal motor del crecimiento de muchas economías en 2003 y se prevé que la tendencia se mantenga este año. El tirón de la demanda de China ha sido la principal causa del encarecimiento de las materias primas y se prevé que el gigante asiático mantenga en 2004, incluso aumente, su demanda. Por ello, en ventas externas, la buena racha de América Latina seguirá todo el primer semestre.

La fuerte demanda de China ha sido una bendición para los millones de productores

latinoamericanos de materias primas, pero el país asiático también supone un gran desafío competitivo para la industria manufacturera. El impacto de la competencia china ya ha hecho mella en la industria de México y América Central. El sector manufacturero mexicano retrocedió el 1,7% en 2003 y fue en gran parte responsable del retroceso del 0,4% del crecimiento del país. "Los costes laborales del sector de maquiladoras de México triplican los de China", según Caja Madrid, por lo que el Gobierno del presidente Vicente Fox necesita reforzar la competitividad del sector y encontrar vías alternativas para atraer inversiones extranjeras. En el último decenio, la maquila (manufactura textil) ha atraído un 3% del PIB en inversión foránea.

A pesar de los problemas, la Cepal pronostica que México crecerá un 2,8% este año, por debajo del 4,5% que prevé para Argentina y del 3,3% para Brasil. La expansión de la economía brasileña

se sustentará en la recuperación de la demanda interna, en un previsible descenso de los tipos de interés mayor que facilitará el acceso al crédito, y en la recuperación de la actividad industrial. "En 2004, el sector real y el financiero brasileños deberían dejar de ir cada uno por su lado, empezando a sentir el sector real los efectos positivos de la estabilidad financiera", sostiene el BBVA.

Por su parte, el último informe de coyuntura de Ceprede, el centro de análisis dependiente de la Universidad Autónoma de Madrid, destaca la "espectacular recuperación" de la actividad en Venezuela que, según sus cálculos, pasará de caer el 9,5% en 2003 a crecer el 7% en 2004. También se producirá una mejora significativa en Brasil y Uruguay, y algo menos acusada en El Salvador, Ecuador, México, República Dominicana y Chile, mientras que el resto de países se mantendrá estable respecto a 2003.

Tanto el FMI como Cepal consideran que las perspectivas para el próximo año son favorables, de mantenerse un escenario externo positivo. Las estimaciones del crecimiento durante el cuarto trimestre de 2003 indican una aceleración económica en relación con el mismo periodo de 2002 y permiten proyectar una tasa media del 3,5% (Cepal) al 3,6% (FMI). Mucho ayudará a ello el dinamismo de la economía de Estados Unidos.

En cuanto a los factores internos, Cepal prevé "que la reducción de la inflación se mantendrá, que los salarios reales mejorarán e impulsarán la demanda, y que el empleo responderá positivamente".