La factura farmacéutica sufre su mayor aumento desde 1996

El gasto en medicamentos superó el año pasado los 8.900 millones de euros, poco más del 1% del PIB, según datos facilitados ayer por el Ministerio de Sanidad. La cifra supone un aumento del 11,7% sobre la de 2002, el mayor incremento desde 1996. Sanidad atribuye el alza al aumento de población (879.000 personas) y de recetas (un 6,76%). Los datos no son definitivos, aunque se acercarán mucho a los finales, según fuentes del departamento, que esperan que los nuevos precios de referencia que entraron en vigor el pasado día 1 contribuyan a frenar esta escalada.

De acuerdo con los datos facilitados por Sanidad, el grueso de la subida (el 7,85%) se debe al "aumento del volumen", una combinación de aspectos como la población atendida y las recetas emitidas. El 3,71% ha sido causado por la incorporación de nuevos medicamentos, y el 0,13% restante al "movimiento de precios".

Sanidad confía en que el porcentaje final de subida sea algo inferior, ya que ha detectado anomalías en los datos facilitados por las comunidades en diciembre. El subsecretario de Sanidad, Pablo Vázquez, ha ordenado a las comunidades que investiguen algunos aspectos. entre ellos está el crecimiento del número de recetas en el último mes del año, que fue un 18% superior al de diciembre de 2002.

Fechas erróneas

Los responsables de Sanidad sospechan que algunos farmacéuticos han facturado recetas dispensadas en enero como si fueran de diciembre. Con ello podrían incluir medicamentos vendidos al precio anterior a la entrada en vigor de los nuevos precios de referencia.

La noticia del incremento del gasto es "peor que lo esperado" en el Ministerio, según admitieron fuentes del departamento que dirige Ana Pastor, aunque resaltaron que "no todo incremento es malo". Por ejemplo, las dos clases terapéuticas que más han crecido son los productos destinados al aparato cardiovascular y al sistema nervioso nervioso central. "Esto es bueno, porque con la medicación se evitan ingresos hospitalarios y otras situaciones más caras", comentaron.

Lo que sí que preocupa al Ministerio es el "deslizamiento" de las prescripciones de unos medicamentos más baratos a otros con las mismas indicaciones pero más caros. Un ejemplo es el del grupo de las estatinas, que se utilizan para combatir el colesterol. El principio activo más vendido el año pasado fue la atorvastatina. Esta sustancia no está sujeta a precios de referencia, y sus ventas en diciembre de 2003 fueron un 13,1% superiores a las del mismo mes del año anterior. En cambio la venta de otra sustancias parecida pero más barata y sujeta a los precios de referencia, como la simvastatina, ha bajado el último mes un 14,3%.

Un caso parecido es el que se da entre el medicamento contra la úlcera omeprazol (con precio de referencia) y variantes como el pantoprazol (que no lo tiene). Mientras el primero, más barato, sólo ha aumentado en diciembre sus ventas un 0,5%, el segundo lo ha hecho un 22,7%. Esta situación es la que ha llevado al Gobierno vasco a exigir visado (visto bueno de Inspección) para las recetas de pantoprazol, lansoprazol, rabeprazol y esomeprazol, sustancias de efectos parecidos al omeprazol, pero más caras.

Fuentes de Sanidad manifestaron que no estaban de acuerdo con exigir visado "porque con ello se penaliza al consumidor", que tiene que realizar una serie de trámites burocráticos para lograr el producto que le recetan.

Receta electrónica

El Ministerio no descarta en cambio que en algún caso haya que tomar medidas para incentivar las recetas de medicamentos más baratos. Una de las posibilidades que se manejan es extender un sistema de receta electrónica como el que está probando la Comunidad Valenciana que ayuda a los médicos y da preferencia a algunos productos, informa Jaume Prats.

La secretaria de Políticas Sociales del PSOE, Consuelo Rumí, calificó la situación de "muy grave", aunque "previsible". "Lo peor es que en vez de asumir su responsabilidad la ministra le ha dado a todo el mundo: a los farmacéuticos acusándoles de facturar ilegalmente; a los laboratorios por incentivar ciertas prescripciones y a los médicos por dejarse malaconsejar para recetar lo más caro". "El gasto farmacéutico va a ser el gran fracaso de la gestión de Pastor", sentenció.