La deuda de las familias españolas crece el 15% y rompe la barrera de 500.000 millones

Las familias españolas batieron el pasado mes de septiembre la barrera de los 500.000 millones de euros de endeudamiento, lo que supone una media de 12.195,6 euros por persona, según datos del Banco de España. En un año, el endeudamiento total de las familias ha crecido el 14,7%. En este aumento tiene mucho que ver el incremento del crédito hipotecario (16%) como consecuencia del encarecimiento de la vivienda, que justamente subió el mismo porcentaje en ese periodo. La riqueza financiera (diferencia entre activos financieros y deuda) aumentó el 11% hasta 719.117 millones por la mejora de la Bolsa.

Existe un viejo dicho por el que el ahorro es una falta de confianza en el futuro. Pues bien, los españoles parece que están muy confiados en el porvenir y se endeudan a un fuerte ritmo. Así, a finales del pasado mes de septiembre, el volumen de deudas de las familias españolas superaba por vez primera el medio billón de euros (550.022 millones), el 14,7% más que en septiembre de 2002.

Con los datos ofrecidos ayer por el Banco de España, el grueso de esta deuda (393.457 millones) se corresponde con los préstamos a largo plazo (hipotecario). Así, este tipo de endeudamiento aumentó en un año el 16,1%, que es también el porcentaje de subida de la vivienda durante el pasado año, según los informes de las firmas de tasación. Es, pues, el fuerte encarecimiento de la vivienda el culpable de que las familias tengan que aumentar su endeudamiento. Sin embargo, los préstamos a corto plazo tienen un peso muy pequeño y sólo suponían a finales de septiembre 24.146 millones. En total, cada español soporta una deuda de 12.195,6 euros.

El otro lado de la moneda son los activos financieros que las familias españolas tienen, bien en metálico o colocados en los distintos productos y activos que ofrecen los mercados y las entidades (bancos y cajas de ahorro). Estos activos a septiembre de 2003 se elevaban a 1,21 billones de euros (29.735 euros por español), y crecían el 12,6% en relación con igual periodo del pasado ejercicio. Aquí, influye no sólo el dinero que las familias españolas dedican al ahorro, sino también el comportamiento de los mercados financieros.

Hay, pues, un efecto de apreciación o depreciación que, dado el buen comportamiento de la Bolsa en este periodo, indicaría que buena parte de ese aumento del valor de los activos financieros obedece a la evolución positiva de las cotizaciones, así como a la revalorización de fondos de inversión y pensiones, y a los intereses cobrados por depósitos o por títulos de renta fija.

El grueso de estas inversiones de las familias se concentra en dinero en efectivo, cuentas corrientes y depósitos (494.580 millones), seguido muy de cerca por el dinero colocado en acciones y en fondos de inversión (464.305 millones). Este último apartado ha sido uno de los que ha experimentado un mayor crecimiento interanual, con el 20%, y que se explica en la mejoría de la Bolsa en ese periodo y en su traslación a los fondos de inversión.

Concretamente, las familias españolas tenían en acciones cotizadas en Bolsa 112.304 millones de euros, el 32,5% más que en septiembre de 2002. Buena parte de este incremento viene de la subida de la Bolsa y también de la vuelta de los ahorradores particulares al mercado para rentabilizar su ahorro.

El mundo del seguro también continúa a buen ritmo con un crecimiento interanual del 12,6% que se concentra, sobre todo, en los seguros de vida y en los planes de pensiones. En los años anteriores los aumentos fueron mayores y, a medida que los mercados financieros se han recuperado, muchos ahorradores vuelven a productos como las acciones con un mayor componente de riesgo.

Teniendo en cuenta las deudas y el ahorro financiero, la riqueza neta (diferencia entre ahorro y deudas) se elevaba a septiembre de 2003 a 719.117 millones, el 11% más que hace un año. Ahora bien, la riqueza neta ha sufrido un deterioro respecto a 1999, 2000 y 2001, como consecuencia de un crecimiento de las deudas superior al de la riqueza financiera. Así, en estos ejercicios se llegó a un máximo de 750.276 millones de euros.

También se aprecia este deterioro en relación al segundo trimestre de 2003 cuando alcanzó los 723.231 millones de euros. En definitiva, el ahorro y la mejora de los mercados van más despacio que el endeudamiento de las familias españolas.