Cotino dice que los delitos bajaron un 18% en Valencia en 2003

El delegado del Gobierno, Juan Cotino, cifró ayer en un 18,87% el descenso de los delitos registrados en 2003 respecto del año anterior en la ciudad de Valencia. La mayor bajada se concentró en los robos en el interior de vehículos, con un 34,74%. La menor fue la contabilizada en los robos a comercios, con un 17,17%. Cotino anunció que uno de los próximos planes específicos que funcionará en breve focalizará su atención en requisar navajas entre la población joven en zonas de ocio.

Fue el jefe superior de policía, Alejandro Valle, quien precisó el objetivo de la denominada Operación navaja: "Hemos comprobado que en las reyertas que se registran a altas horas de la mañana en algunas discotecas, sobre todo entre grupos extranjeros de peruanos o ecuatorianos y nuestros, se utilizan navajas, por lo que pensamos en establecer un plan para cachear y confiscar las navajas". Lo que Valle no facilitó fue la incidencia de ese tipo de reyertas ni a partir de qué momento empezará a funcionar.

Este nuevo plan, tal como afirmó Cotino, se suma a los que ya están funcionando contra la inseguridad ciudadana, sobre todo en cinco delitos que las fuerzas y cuerpos de seguridad se marcaron como objetivo prioritario a finales de 2002. El balance sobre el comportamiento de esas tipologías delictivas durante el pasado año arroja signo negativo. Los robos con violencia bajaron un 21,28%; los robos en viviendas un 30, 04%; los robos en establecimientos un 17,17%; los robos en el interior de vehículos un 34,74%; y los robos de vehículos un 23,48%. Durante 2003, en la ciudad de Valencia, según Cotino, esas cinco categorías sumaron 23.048 delitos. Esa cifra supone, según el delegado del Gobierno, un descenso del 18,87% respecto del año anterior. El conjunto de infracciones penales (delitos y faltas) registró un descenso menor, de un 11,07%, lo que significa que las faltas se han incrementado en más de ocho puntos.

Cotino se refirió también al plan sobre consumo de drogas por parte de menores en la calle que puso en marcha poco antes del pasado verano. En virtud de él, la policía denunció a unos 270 menores a sus padres, y de ellos 80 se acogieron a un servicio de la Consejería de Bienestar Social.