Trillo asume el informe de Defensa sobre el Yak-42 y niega que culpe a la OTAN

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, asumió ayer el informe de su departamento sobre el accidente del Yak-42, en el que se reconoce que las 14 quejas elevadas por los mandos no sirvieron para corregir las irregularidades de los vuelos, pero negó que del mismo se deriven responsabilidades para NAMSA, la agencia de la OTAN a través de la cual se fletaron los aviones.

El informe, aseguró, se refería "estrictamente" a aspectos "administrativos, organizativos y procedimentales", pero no a las causas del accidente del pasado 26 mayo, en el que perdieron la vida 62 militares, que investigan una comisión técnica internacional y un juzgado turco.

El Ministerio de Defensa, agregó, "no está tratando de responsabilizar a nadie. El informe señala, eso sí, que por la compañía no se cuidó de establecer con claridad el alcance del reaseguro, pero en ningún modo [de ello se deduce] ninguna responsabilidad ni ningún tipo de imputación de negligencia por parte de NAMSA. En consecuencia", concluyó, "sí suscribimos el informe, que es muy claro y muy contundente".

El documento, firmado por el coronel auditor Ricardo Fortún, reconoce que el transporte de las tropas "no se prestaba en las condiciones óptimas" y que las quejas de los mandos, algunas referidas a la seguridad, "podían traducirse en penalizaciones económicas para la [compañía] adjudicataria", pero no sirvieron para la "corrección [de las anomalías], a la vista de la reiteración de determinados incumplimientos oportunamente denunciados".

El documento subraya también que a NAMSA le correspondía vigilar el exacto cumplimiento del contrato por las compañías que transportaban a las tropas.

En declaraciones a El Periódico de Aragón, el pasado fin de semana, el secretario general de Política de Defensa, Javier Jiménes Ugarte, reconocía que el director de NAMSA le telefoneó preocupado tras tener conocimiento del informe, publicado por EL PAÍS el pasado viernes.

"El informe es un documento independiente de un jurista, pedido por el ministro", explicó Jiménez Ugarte. "No es la posición oficial de Defensa. No existe ningún contencioso con la OTAN. Además, la responsabilidad es compartida, porque el Estado Mayor Conjunto también tenía derecho a inspeccionar los aviones". Tras reconocer que no se corrigieron las anomalías denunciadas, Jiménez-Ugarte concluyó: "Sí, es cierto que algunas cosas se pudieron hacer mejor".