Estancado

Los inversores, ahora que se ven con todo un ejercicio por delante, no tienen prisa alguna para tomar posiciones o, si vienen mal dadas, deshacer lo que queda de sus carteras. Ese dilema explica claramente la ausencia de expectativas definidas a corto y medio plazo, por más que exista un amplio consenso sobre la dirección de la economía.

La bolsa española ofrece una sensación amplia de desconcierto, mientras que el resto de los mercados europeos continúa escalando posiciones. Tras esta última sesión, las ganancias acumuladas por el Ibex 35 en este arranque del ejercicio han quedado por detrás de las de Francfort y París, lo que ha conseguido poner nerviosos a algunos inversores.

Los problemas del mercado español se concentran últimamente en el sector bancario, para el que llegan algunas rebajas en las recomendaciones por parte de los analistas, que consideran que los precios actuales reflejan sobradamente posibles mejoras en la situación del mercado latinoamericano, análisis que deja fuera de cuestión al Banco Popular y carga las tinatas sobre SCH y BBVA.

El Ibex 35 subió ayer el 0,28% y en el conjunto de la semana avanza el 0,69%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid ganaba ayer el 0,32% y en las cinco últimas sesiones suma el 0,79%.

La contratación en el Mercado Continuo también tiende al estancamiento en las últimas jornadas, con 2.428,43 millones de euros, de los que casi 700 llegaron por las operaciones institucionales. Del resto, algo más de la mitad se concentró en los tres principales valores del mercado, Telefónica, SCH y BBVA.

La subida de la confianza de los consumidores en enero en Estados Unidos resultó tan sorprendente que, a media sesión, los inversores seguían sin reaccionar, optando por valorar el discreto incremento de la producción industrial de diciembre, es decir, por los datos reales antes que por las expectativas. El Dow Jones subía el 0,08% a media sesión.