Ibarretxe descarta adelantar las elecciones porque "las cosas están cambiando"

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró ayer que su Gobierno cumplirá entera la legislatura y descartó de este modo un adelanto electoral que estaba en todas las agendas desde que él mismo dejó ver sus dudas antes del verano. Ibarretxe considera que "las cosas están cambiando" y que los debates sobre las reformas estatutarias en Cataluña o Andalucía sitúan su proyecto para Euskadi en un contexto más favorable. Obviando que el Constitucional podría suspender su plan soberanista, aseguró que va a ser debatido en la Cámara vasca. "Luego hablaremos con el Gobierno de España".

El lehendakari dio un tono solemne a su propósito de completar la legislatura, a la que aún le restan 15 meses (las elecciones vascas fueron en mayo de 2001). Con su anunció descarta un eventual anticipo electoral, que estaba en el aire desde que en el mes de abril del año pasado él mismo dejó ver sus dudas sobre el particular.

"No lo sé", respondió el 14 de abril a la pregunta de si disolvería el Parlamento vasco en el caso de ver rechazado en él su plan soberanista. "En función de si logramos o no el consenso veremos exactamente las iniciativas políticas a desarrollar", dijo elusivamente. En el mes de julio, en varios encuentros con medios informativos mantenidos inmediatamente antes de irse de vacaciones, Ibarretxe volvió a dejar abierta la posibilidad del adelanto.

Esta eventualidad ha estado hasta tal punto en las agendas que el pasado 20 de diciembre el PSE-EE decidió adelantar la nominación de su secretario general, Patxi López, como candidato a lehendakari y también en torno al PP empezaron los movimientos en relación con la sustitución de su candidato de 2001, Jaime Mayor Oreja.

"Vamos a terminar la legislatura", se comprometió, por el contrario, ayer el lehendakari, aprovechando el acto de relevo del consejero de Industria y portavoz, Josu Jon Imaz, que abandonó el Gobierno y el sábado será elegido presidente de la ejecutiva del PNV.

Ibarretxe leyó los nombramientos de Ana Arregi como consejera de Industria y de la consejera de Cultura, Miren Azkarate, como portavoz del Gobierno, y a continuación instó a su equipo a ahorrar a los ciudadanos "debates estériles que no aportan nada" relacionados con un hipotético anticipo electoral.

"Tenemos que quitarnos de la cabeza la sombra de los debates sobre si se adelantan o no las elecciones vascas", añadió. "Vamos a cumplir la legislatura y es hora de hablar de trabajo y diálogo, no de elecciones", dijo con firmeza.

"Quedan 15 meses"

El lehendakari repitió varias veces que quedan "quince meses" de legislatura por delante, y que éstos serán "muy importantes para encontrar y desarrollar un proyecto de convivencia para los próximos quince años", en referencia a su proyecto de libre asociación.

Ibarretxe, que no se refirió en ningún momento a los obstáculos que penden sobre la discusión de su proyecto -su posible suspensión por el Tribunal Constitucional y un eventual procesamiento y condena del presidente del Parlamento Juan María Atutxa-, aseguró que el diálogo y el debate sobre su proyecto van a producirse. "Dialogaremos y debatiremos, en el Parlamento; después hablaremos con el Gobierno de España y luego, si en el Parlamento se acepta un nuevo proyecto, la sociedad vasca hablará", desgranó. Lo hará "en una situación de ausencia de violencia; pero hablar, hablará", enfatizó.

Aunque no la relacionó expresamente con su seguridad de agotar la legislatura, Ibarretxe evidenció su convicción de que "las cosas, afortunadamente, están cambiando" y se refirió a los debates sobre reformas estatutarias en Cataluña y Andalucía. "Los vascos también tenemos perfecto derecho a celebrar nuestro debate", reclamó.

Desde la celebración de las elecciones catalanas y la formación del nuevo Gobierno, y ello pese a haberse pronunciado en mitad del proceso negociador en favor de una coalición exclusivamente nacionalista entre CiU y ERC, Ibarretxe siente que el contexto político es mejor para su propio proyecto.

Por otra parte, portavoces de la Lehendakaritza mostraron su disposición a acceder a un encuentro con el nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, que anunció en sus primeras declaraciones su intención de pedirlo. Urquijo firmó ayer la renuncia a su escaño en la Cámara vasca y también dimitió de su puesto de concejal en Llodio (Álava).