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La delincuencia bajó un 3,18% durante 2003 en las ciudades pero subieron los homicidios

Las faltas crecen en las poblaciones urbanas, al igual que la presencia de bandas organizadas

Jorge A. Rodríguez

La delincuencia en las ciudades se asemeja a las mareas. A la pleamar siempre le sucede la bajamar y viceversa. Véase: las infracciones penales en el territorio bajo la égida del Cuerpo Nacional de Policía descendieron durante 2003 un 3,18%, frente al incremento del 5,48% del año anterior. La bajada se ha debido fundamentalmente a la reducción de los delitos (especialmente contra las personas) en un 8,22%, hasta caer a los niveles del año 2000. Pero las faltas (infracciones por valor menor a 300 euros) siguen incorregiblemente al alza. Como los homicidios: hubo un 2,8% más.

Ángel Acebes, ministro del Interior, dio cuenta ayer del balance de un año de trabajo de la policía. Fue un repaso general que abarcó desde las operaciones antiterroristas (40 operaciones con 183 detenidos en España y Francia, sobre todo de ETA y grupos conexos) hasta las aprehensiones de droga (33.000 toneladas de cocaína, plusmarca nacional y europea), pasando por las intervenciones de los equipos NBQ (emergencias nucleares, bacteriológicas y químicas, con 13 operaciones por riesgos reales).

La atención, no obstante, acabó centrándose en los datos de la evolución de la delincuencia, para cuyo combate Interior diseñó un plan de lucha que en 2003 se puso de largo, tras dos años de subidas (y dos anteriores de bajada). Acebes relató que los delitos habían descendido un 8,22% respecto a 2002 (632.413 frente a 689.077), pero que las faltas volvieron a subir (como lo vienen haciendo desde siempre) y 1,55%, es decir, 743.936 frente a las 732.581 del año antepasado.

El caso es que durante el año concluso, la policía tuvo conocimiento durante su trabajo en las grandes ciudades de la comisión de 1.376.449 infracciones penales (delitos y faltas), un 3,18% menos de las 1.421.658 de 2002. Acebes se centró para su análisis sólo en la bajada de los delitos, la más pronunciada, y dijo que para ver la caída en su verdadera dimensión era menester observar los resultados de los últimos 20 años: "Lo más importante es que, en números absolutos, la cifra de delitos de 2003 es la menor de los últimos 20 años, si se exceptúan las de 1983, 1984 y 2000. Por eso, cuando se ha dicho que en 2003 estaban aumentado los delitos no era verdad, porque el descenso se ha producido pese al aumento de la población".

Menos contra el patrimonio

El ministro explicó que habían caído las infracciones penales contra el patrimonio, al tiempo que habían subido los perpetrados contra las personas, especialmente los homicidios y asesinatos, consumados o frustrados. Pero dijo también que el primer capítulo (robos, fundamentalmente) representa casi el 90% de todo lo que se perpetra, mientras que el segundo apenas alcanza el 2,5%. Los primeros molestan más pero los segundos asustan a todos.

Los robos más significativos descendieron casi todos: los tirones (un 27,86%), los robos con violencia (10,16%), los robos con fuerza en las cosas (9,29%), los hurtos (4,10%) y los robos de y en el interior de vehículos (un 13,95% y un 9,94%, respectivamente). Por el contrario, los tipos de delitos más grave, los homicidios dolosos e imprudentes y los asesinatos, fueran en grado de tentativa o consumados, aumentaron el año pasado un 2,8%.

Es decir, que si durante el año antepasado 697 personas fueron víctimas de homicidio (se consumaron 255 y 37 asesinatos; se excluyen 47 fallecimientos por asesinato imprudente; el resto, frustrados), durante 2003 la policía intervino en 717 casos de crímenes de sangre (más 56 por imprudencia). Interior no desglosó estos datos y sólo pudo conocerse el dato de Madrid (la capital y las ciudades periféricas), donde fueron asesinadas en territorio de la policía un total de 76 personas (un tercio por ajustes de cuentas), lo que supone un incremento del 13%. Acebes sí dijo que los dos principales causas de las muertes violentas en las grandes ciudades eran precisamente los ajustes de cuentas y las peleas callejeras, sobre todo entre extranjeros y durante las noches de los fines de semana.

El balance, además, ofrece una miscelánea de resultados policiales, entre los que destacan las operaciones antiterroristas (139 detenidos en relación con ETA, 12 supuestos anarcoterroristas y 29 personas vinculadas "al terrorismo internacional"), la inertización por parte de los Tedax de 373 artefactos explosivos, el control o represión por parte de las Unidades de Intervención Policial (UIP o antidisturbios) de 3.553 manifestaciones y concentraciones o el esclarecimiento de 15 muertes gracias a la intervención de la Policía Científica.

Desarticulados 828 grupos mafiosos

Dice Europol que las policías de toda Europa citan en sus informes sobre 2003 los vínculos entre sus mafias locales y los grupos de delincuencia organizada de España. Y Ángel Acebes no le quitó ayer la razón. "La delincuencia organizada en España no es distinta a la del resto de la UE y desde luego es creciente la presencia aquí de redes del Este, el norte de África y de algunos países de Suramérica. Es difícil que una red extranjera que actúe aquí no tenga contacto con delincuentes españoles", explicó.

Los datos que ofreció en el balance sobre este particular reforzaban la tesis. En 2003, los agentes de la Comisaría General de Extranjería desarticularon 677 organizaciones (casi todas multinacionales) relacionadas con el favorecimiento de la inmigración ilegal (253), la explotación laboral de extranjeros (192), la falsificación de documentos (59) o la prostitución (192). También fueron desmanteladas otras 35 organizaciones criminales con responsables extranjeros vinculadas de forma marginal con la inmigración.

La Policía Judicial también desbarató la estructura de 55 grupos organizados, la mayoría dedicados al tráfico de drogas, mientras que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) desmembró 61 grupos organizados y detuvo a 500 de sus miembros dedicados a los robos con fuerza, los delitos contra la propiedad intelectual o las estafas.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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