Los trabajadores de la planta de basura de Granada abandonan la huelga

La huelga de los 80 trabajadores de la planta de tratamiento de basuras de Alhendín, en Granada, terminó ayer tras llevar al límite la situación en los vertederos de Granada, que acumulan 3.000 toneladas de residuos sin tratar. Los trabajadores cumplieron ayer su sexto día de huelga y a última hora de anoche acordaron con el presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler, y la empresa que gestiona la planta, FCC, una subida salarial que consideraron satisfactoria: sus sueldos subirán un 60% en tres años.

Como consecuencia de la huelga, que ha durado seis días, unas 3.000 toneladas de basuras se acumulaban en la planta de reciclaje de Alhendín y las plantas de transformación de Baza, Guadix, Loja y Huéscar tenían ayer problemas de capacidad para albergar todos los residuos urbanos que recibían y que no podían tratar.

El motivo de la huelga era la demanda de los trabajadores de la planta de Alhendín para que se equiparen sus sueldos con los de los empleados de Inagra, la empresa concesionaria del servicio de recogida de basura en Granada capital.

Según Comisiones Obreras, los trabajadores de la planta de tratamiento "ganan en la actualidad un sueldo que no alcanza los 600 euros al mes y para ganar 900 euros y poder salir adelante están trabajando una media de 16 horas diarias, mientras que los trabajadores de Inagra ganan un sueldo de 160.000 pesetas al mes".

Hasta ayer , FCC sólo había aceptado incrementar el sueldo de los trabajadores de Resur en la misma proporción a la subida experimentada por el IPC en 2003. El presidente de la Diputación indicó anoche que la empresa había admitido que los sueldos eran muy bajos y se había avenido a aumentarlos un 60% de aquí a 2006. Los trabajadores pedían un incremento del 150%, pero consideraron satisfactoria la propuesta empresarial.

Jornada de 35 horas

Tras la mediación de la Diputación, FCC también aceptó establecer una jornada laboral de 35 horas a partir de 2008 y hacer fijo a un empleado cuyo contrato finalizó durante la huelga. A cambio, la Diputación estudiará una revisión del canon que paga a la empresa por hacerse cargo del tratamiento de basuras.

Desde el primer día los trabajadores habían pedido la mediación de la Diputación, que presiden el consorcio provincial de residuos sólidos urbanos, que gestiona las plantas. Hasta ayer, Martínez Caler siempre alegó que no intervenía porque era un problema entre la empresa que gestiona la planta y los empleados.

Ante su negativa, unos 40 trabajadores se concentraron ayer por la mañana frente a la Diputación y forzaron la negociación. A las 21.00 los representantes de FFC, CC OO y el presidente de la diputación anunciaron el acuerdo

Durante el conflicto, la Diputación dio permiso a la empresa para que acumulara la basura sin tratar con el compromiso "ineludible" de tratarla al fin de la huelga. En un primer momento, los trabajadores bloquearon el acceso de los camiones con basura, pero inmediatamente desistieron para no molestar a los ciudadanos. Algunos Ayuntamientos cercanos a la planta ya se habían quejado por el mal olor.