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Un ecologista de Alzira lleva 40 días en huelga de hambre contra el trasvase Júcar-Vinalopó

Voro Pérez asegura que mantendrá su actitud hasta que logre movilizar a La Ribera Alta

Voro Pérez Fontana (Alzira, 1957) cumple hoy 40 días en una huelga de hambre con la que pretende sensibilizar a los habitantes de La Ribera Alta del grave riesgo que corren si el Gobierno ejecuta el proyecto de trasvase del Júcar al Vinalopó. Desde el pasado 5 de diciembre sólo se alimenta de zumo de naranja, caldos de verduras y de pescado y leche de soja. Reconoce haberlo pasado bastante mal durante las navidades: "Se me iban los ojos detrás de los turrones y del mazapán", dice. Ha perdido 15 kilogramos de peso y tiene unas 30 pulsaciones menos de las habituales.

Pérez dejo de tomar alimentos sólidos al ver la manipulación del Gobierno

"Noto que mi corazón empieza poco a poco a apagarse" afirmaba ayer mientras recogía en la plaza Mayor de Alzira firmas para su causa. Lo que peor lleva son las frecuentes diarreas que padece y que combate a la antigua usanza con agua de arroz.

Presume de ser hijo de jornalero y de trabajadora de almacén de cítricos; y en su amplio currículum de defensor de la naturaleza, destaca por su participación en el movimiento vecinal. En la actualidad es el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Alzira y el coordinador de colectivos Xàrquia: Alternatives-Ecologistes en Acció, además de miembro del Comité de Agricultura Ecológica.

Pérez es uno de los principales promotores de la recién creada Plataforma Xúquer Viu. El solo lleva recogidas el 80% de las 3.000 firmas recopiladas, en apenas 20 días, en las que se oponen al trasvase del Júcar al Vinalopó, porque "al Júcar no le sobra agua".

Ayer junto a su inseparable pancarta y pese a las adhesiones que ha recibido, se encontraba "muy triste porque no veo la respuesta que esperaba". Pero al mismo tiempo no pierde el ánimo y considera que la causa "no está perdida porque faltan años para que la Unión Europea apruebe la financiación del trasvase Júcar-Vinalopó".

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Decepcionado por la escasa respuesta de los dirigentes políticos de la comarca confía, no obstante, en la del "tejido social" y en este aspecto destaca las firmas estampadas por familiares de dirigentes de la cooperativa agrícola local Alzicoop, como de directivos de la Acequia de Alzira.

Pese a las recomendaciones de sus amigos y sobre todo de su mujer, Àngels López, presidenta del comité del hospital de La Ribera, Voro sólo abandonará su particular, huelga de hambre cuando haya "una auténtica movilización social".

El ecologista de Alzira dejó de tomar alimentos sólidos el 5 de diciembre al comprobar "la manipulación que estaba realizando el gobierno del PP" por asegurar que Bruselas había aprobado subvencionar el trasvase "mientras que la realidad es que había decidido estudiar su financiación".

Pérez recuerda que la Comisaria de Medio Ambiente Margot Walström ha puesto tres condiciones que convierten en "inviable" el trasvase porque si el Ebro no repone al Júcar el agua trasvasada "los agricultores de la Ribera no podrán regar" y por el elevado precio que deberán pagar los consumidores alicantinos 0,47 euros por metro cúbico frente a los 0,40 euros por metro cúbico que, según Pérez, cuesta la procedente de las desaladoras. Pero su principal argumento para oponerse al trasvase y para defender un Xúquer viu es que este río valenciano "carece de excedentes" y que Alicante está recibiendo el agua que necesita a través del canal Tajo-Segura.

Voro denuncia que el trasvase al Vinalopó generará "un incremento de la demanda de agua ante la perspectiva de nuevas urbanizaciones, de consumos industriales y de transformaciones de secano". Y teme que desaparezcan los tradicionales cultivos de cítricos, arrozales, de frutas y de hortalizas que "mantienen todavía numerosos puestos de trabajo". De los 725 hectómetros cúbicos asignados por el Plan de la Cuenca del Júcar a la Acequia Real para el riego de la comarca, "sólo llega un máximo de 350 hectómetros cúbicos y de esta cantidad no se puede ahorrar ni una gota" subraya Pérez.

Voro Pérez, el ecologista en huelga de hambre, en el puente sobre el Júcar en Alzira.
Voro Pérez, el ecologista en huelga de hambre, en el puente sobre el Júcar en Alzira.CARLES FRANCESC

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