"Chaves pone en grave riesgo a España"
Aún se le notan los hachazos que en su alma ha dejado la reciente muerte de uno de sus tres hijos en un desgraciado accidente de circulación. Pero Juan Ignacio Zoido es un hombre fuerte que defiende a sus amigos y sus posiciones políticas con firmeza, pero con educación. No es un hombre estridente. Más bien un juez reflexivo, aunque apasionado, metido en política, a la que parece que le está tomando gusto.
Pregunta. En noviembre fue nombrado coordinador de la campaña electoral del PP en Sevilla. ¿Se puede ser juez y parte?
Respuesta. Felizmente, en España la transparencia en las elecciones está garantizada desde hace muchos años. Y no existe incompatibilidad ni jurídica ni ética. En el supuesto de que hubiese habido algún tipo de incompatibilidad no me lo hubieran ofrecido.
"La reforma del TS posibilita que haya falta de igualdad entre todos los ciudadanos"
"Las relaciones se deben suavizar con las ofertas que pongamos encima de la mesa"
"El PP está en condiciones de ganar. Se percibe de una punta a otra de Andalucía"
"Se dejan enemigos políticos cuando se actúa con mala fe. Yo no dejaré ninguno"
"Como andaluz, me resisto a no tener el mismo tratamiento que puedan tener otros"
"He sido testigo de algunas negociaciones. Puedo decir que quien crispa es la Junta"
P. No hay incompatibilidad jurídica. Pero parece de poco sentido común que usted, que tiene que velar por que las elecciones transcurran con absoluta imparcialidad, sea al mismo tiempo parte, pues también defenderá los intereses de un partido en concreto y obviamente desea que ese partido gane, ¿no?
R. Hay muchos ejemplos en estos 25 años de democracia de personas que han ostentado, incluso, responsabilidades superiores a la de un delegado del Gobierno, que a su vez tenían responsabilidades dentro de un partido político, incluso en las campañas electorales.
P. ¿Cuándo se afilió al PP?
R. No recuerdo exactamente la fecha, pero hace unos meses, después del verano.
P. ¿Qué aporta a la campaña del PP y qué espera el PP de su colaboración?
R. No sé lo que el PP espera de mí. Lo que yo voy a ofrecer es seriedad en el trabajo, transparencia en la organización de los actos y mucha ilusión para trasladar a los sevillanos los logros que desde el Gobierno del PP se han hecho en la provincia de Sevilla.
P. ¿Arenas le sitúa en este lugar porque tiene miedo a los resultados de Sevilla?
R. No. No hay que tener miedo y él especialmente no tiene miedo, seguro, a ningún resultado en Andalucía. El trabajo que se ha venido desarrollando en los últimos años ofrece un balance altamente positivo de cómo se han ido incrementando los votos a favor del PP. Ha sido una decisión del PP de Sevilla. Agradezco la confianza y espero no defraudar.
P. ¿La solución para subir votos en Sevilla pasa por la incorporación de Amalia Gómez?
R. Conozco a Amalia Gómez desde hace muchos años. Es muy trabajadora, muy seria y responsable, políticamente muy válida, pero será ella quien tendrá que determinar si quiere participar de una manera más activa en las elecciones. Amalia supone un activo importante dentro de todos los militantes del PP, pero creo que al final los electores van a dar la confianza al partido, con independencia de quiénes sean las personas que conformen la lista. No obstante, si ella viniera, yo lo vería de buen grado.
P. Antonio Sanz dijo en una entrevista con este periódico que el PP está acostumbrado a perder...
R. Recuerdo haberlo leído. Lo que yo creo es que el PP está ahora mismo en condiciones de ganar. Se percibe, desde una punta a otra de Andalucía.
P. Las encuestas no dicen eso.
R. De las encuestas no me creo abiertamente nada, ni cuando son favorables ni cuando son desfavorables.
P. Entonces, no cree que Mariano Rajoy vaya a ganar en España. Las encuestas dicen que sí.
R. No, no. Lo único que digo es que en Andalucía, que es por donde me muevo todos los días, estoy percibiendo que va a haber un cambio. Es distinto el ambiente que se percibe a nivel nacional, en donde el PP está presentando, en todo los extremos y en todos los puntos de España, un mismo programa. Sin embargo, el PSOE no está presentando un mismo proyecto, ni siquiera un mismo programa, en las distintas comunidades. Eso es algo que la gente no termina de entender, sobre todo cuando ha acabado el año en el que hemos celebrado el 25º aniversario de la Constitución, una Constitución nacida del consenso.
P. ¿Por qué no se pueden hacer las reformas que propone el PSOE también por consenso? El ultimo sondeo de Opina para la SER muestra que la mayoría de los españoles (53,7%) piensa que las propuestas del PSOE no ponen en riesgo la unidad de España.
R. Hemos tenido 25 años del mayor progreso que se conoce en la historia de España. Lo hemos conseguido con consenso. Si ahora no somos capaces de alcanzar el mismo grado de consenso que en su día permitió diseñar la Constitución, creo que nos estamos equivocando.
P. Por qué no se podría reformar el Estatuto de Autonomía de Andalucía e incluir, por ejemplo, temas tan fundamentales para la región como las relaciones con la UE o la inmigración.
R. Voy a ser muy sincero. Durante los Gobiernos del PP se han reformado 11 Estatutos, con consenso. Si ahora lo que pretendemos es reformar el Estatuto de Autonomía para que la Junta de Andalucía, o cualquier otra comunidad autónoma, tuviese competencias en materia de relaciones con la Unión Europea...
P. No es eso lo que pide el PSOE. En las "bases para la reforma del Estatuto" presentadas por Chaves en el Parlamento se habla de una "presencia" de la Junta en aquellas instituciones europeas en que se discutan temas de exclusiva competencia... ¿Qué tiene usted en contra de que un representante del Gobierno andaluz acompañe al ministro de Agricultura al negociar sobre el aceite de oliva, por ejemplo?
R. El ministro de Agricultura, el de los Gobiernos socialistas y el de los Gobiernos del PP, antes de ir a una reunión en Bruselas se reúne con los distintos consejeros de las comunidades autónomas para llevar una postura común. Después de escuchar a todas las comunidades es cuando se están representando los intereses de España. Lo que tenemos que hacer es profundizar en esas comisiones sectoriales. Por eso creo que no es necesario reformar el Estatuto.
P. ¿Cree que la propuesta de Chaves de reformar el Estatuto rompe el esqueleto de España?
R. Creo que lo pone en grave riesgo, sinceramente lo digo. La justicia vertebra una nación. El hecho de que se proponga dar mayor competencia a los Tribunales Superiores de Justicia en detrimento del Tribunal Supremo me parece innecesario, inoportuno y posibilita que haya falta de garantía y de igualdad entre todos los ciudadanos. Por otro lado, una Agencia Tributaria única en Andalucía, tampoco tiene razón alguna. ¿Para administrar qué? Porque tampoco sabemos qué es lo que pretendemos administrar...
P. Tampoco parece que ustedes quieran escuchar lo que se pretende hacer. El PP descalifica estas propuestas sin más, sin entrar nunca en su contenido.
R. Cuando se dice que se quiere una Agencia Tributaria única, un Tribunal Superior con más competencias, y eso se hace coincidir con el Plan Ibarretxe, que contempla estas dos posibilidades, y además en Cataluña también se contemplan estas dos posibilidades, a mí, claro, lógicamente, me tiene que preocupar.
P. La propuesta de reformar el Estatuto la hace Chaves hace dos años y medio, mucho antes de que existiera plan Ibarretxe alguno o que Maragall fuera presidente de Cataluña.
R. Bien, pero yo hace dos años y medio no estaba aquí...
P. Pero usted lo sabe. ¿No es un engaño del PP hacer creer a la opinión pública que la propuesta de Chaves es seguidismo de Maragall o del plan Ibarretxe?
R. Estas reformas que ahora se postulan desde Andalucía no las conocía, y tanto una como otra están contenidas en el plan Ibarretxe. Sinceramente, me preocupa mucho la existencia de dos tipos de comunidades. Me preocupa muchísimo que pueda haber ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, porque desde luego estoy viviendo en Andalucía, mi tierra, donde he nacido y donde me he criado, y me resisto a no tener el mismo tratamiento que puedan tener otros.
P. Rajoy ha calificado las propuestas del PSOE como "grotescas" y "cómicas". Arenas dice que son "frívolas". ¿Es ésa la manera de entrar en el debate?
R. Ya he dicho lo que me producen...
P. ¿No sería mejor para el ciudadano que el PP aceptara debatir el fondo de las reformas?
R. Volvemos a lo mismo. Nosotros no hemos suscitado este debate. Conocemos cuál es el debate que se está produciendo ahora mismo en el País Vasco y en Cataluña. A partir de ahí han comenzado a surgir nuevos debates y no por todos los presidentes de comunidades autónomas. Abrir un debate de modificaciones de Estatutos en plena campaña electoral, y sobre todo cuando hay encima de la mesa la reforma de Ibarretxe y el pacto que se acaba de firmar en Cataluña, no creo que sea el momento más adecuado para entrar a dialogar.
Juan Ignacio Zoido Álvarez (Sevilla, 1957) estudió Derecho en las mismas aulas que Javier Arenas. Allí se trabó una amistad que dura hasta hoy y que tiene importantes ramificaciones políticas. El actual delegado del Gobierno en Andalucía ha ejercido ese cargo en Castilla-La Mancha. Pertenece a la carrera judicial, ha sido juez decano de Sevilla, miembro del TSJA, y director general de Relaciones con la Administración de Justicia. Ahora ejerce de político.
"No salgo de mi asombro por los insultos"
Pregunta. Cuando se hizo cargo de la Delegación del Gobierno dijo que le sorprendía el nivel de confrontación que había entre Sevilla y Madrid. ¿Le sigue sorprendiendo o se ha relajado?
Respuesta. No salgo de mi asombro.
P. ¿Quién confronta?
R. La Junta de Andalucía.
P. ¿Sólo?
R. He sido testigo de algunas negociaciones y puedo decir quién es el que crispa la situación. El 30 de diciembre de 2002 se iban a firmar dos acuerdos: los traspasos del Inem y la liquidación de un año de financiación. En Madrid estaba todo preparado para firmarse y la Junta dijo que no firmaba. Ese mismo texto se firmó el 31 de marzo siguiente.
P. ¿Quién se olvidó de contar 400.000 andaluces en el anterior sistema de financiación?
R. Nosotros utilizamos el censo que estaba vigente .
P. Pero ustedes tenían ultimado el de 1996.
R. Podemos poner un sinfín de ejemplos. El metro de Sevilla: el Gobierno no ha sido consultado sobre el modelo de metro elegido. Lo único que se nos dice es: participe en la financiación. Se recibe la documentación y se ve que la participación pública asciende a una determinada cantidad de dinero. Se ofrece el 33% de esa cantidad, lo mismo que en Valencia, Barcelona, Madrid y más que en Bilbao. Sevilla contesta que eso es una limosna, con eso no tenemos ni para pagar el IVA.
P. La versión de Sevilla es distinta: el 33% de Arenas supone 42 millones; para el Ayuntamiento, ese 33% son 141 millones.
R. Si la Junta hubiese decidido que en vez de ser un metro mayoritariamente privado fuera un metro mayoritariamente público hubiéramos tenido que poner más dinero. Otro tema: se está construyendo la presa de Melonares. ¿Qué pasa con las conducciones? No es competencia nuestra, pero vamos a colaborar, como se ha colaborado en Jaén.
P. Lo de Melonares es por ahora una promesa de Arenas, en cuya palabra usted confía, pero otros menos. Un ejemplo: Arenas dijo en 1997 que era cuestión de días el traspaso de las Políticas Activas de Empleo y se terminaron firmando el 1 de mayo de 2003, seis años después.
R. Lo único que puedo decir es que en diciembre de 2002 se pudieron firmar en las mismas condiciones que se aceptaron en la firma de marzo.
P. Cuencas hidráulicas: hay 20 kilómetros que afectan a un afluente del Almanzora (la Rambla de Canales) que corre por Murcia, frente a los 20.000 kilómetros cuadrados de cuencas que están dentro de la comunidad. Por ese pequeño detalle no se traspasan esas competencias.
R. Hay una norma general: cuando afecta una cuenca a varias comunidades autónomas... ¿Dónde establecemos el límite?
P. En el sentido común: el agua que corre por Murcia representa el 0,01% del total de las cuencas andaluzas.
R. Pero no sólo es en Murcia. En Albacete mucha gente depende de la regulación de la cuenca del Guadalquivir... Hay una norma general que es la que determina el régimen jurídico de las cuencas.
P. Cuando hay un enfrentamiento tan continuado entre dos Administraciones, ¿sólo hay un culpable, Sevilla? ¿Madrid no tiene ninguna responsabilidad?
R. Sinceramente, creo que el Gobierno de Madrid no tiene culpa, porque tiene un nivel de diálogo altísimo con el resto de comunidades autónomas.
P. Aznar sólo ha hablado dos veces con Chaves en La Moncloa...
R. No sé cuántas veces le habrá pedido verlo...
P. Muchas más y por carta. ¿Le parece normal que Aznar haya despachado en ocho años sólo dos veces con el presidente de la Comunidad con mayor peso de población y la segunda en extensión territorial de España?
R. Como no sé si le ha pedido ir a verlo en otras ocasiones y con qué motivos... Sería deseable que estuviesen en contacto para resolver los problemas. Pero vamos a olvidarnos de los insultos, porque el rosario de insultos que se produce aquí es tremendo. Puede que haya discrepancias a la hora de ver un problema, pero de ahí a la descalificación y al insulto...
P. Esto acaba de ser publicado en un libro, que a su vez lo recoge de crónicas periodísticas: Teófila Martínez ha llamado a Chaves en los últimos años todo esto: gran dictador, momia, sectario, ruin, despreciable, indecente, miserable, bravucón, esquizofrénico, embaucador, timador, llorón, cacique, tirano y por si fuera poco, "hijo de un alto cargo del Ejército de España".
R. No sé de dónde habrán sacado eso, dónde estará publicado. Pero si se quiere, también se puede sacar seguro un rosario de mayores descalificaciones hacia Teófila Martínez...
P. ¿Por parte de Chaves?
R. No sé. Por parte del presidente Chaves o por parte de otros miembros del Consejo de Gobierno. Estoy acostumbrado a ver, desgraciadamente, esos insultos con demasiada frecuencia.
P. Si el PP gana de nuevo las elecciones en España y el PSOE en Andalucía, ¿la situación será exactamente igual?
R. No podemos negar que, hasta ahora, este nivel de tensión y de confrontación política mantenido por la Junta le ha dado resultado. Pero la gente está harta ya de tanta descalificación, de tanta confrontación; la gente lo que quiere es que se colabore para arreglar sus problemas
P. ¿Ha tenido contactos con Chaves para pedirle que se rebaje este nivel de tensión?
R. No. Con el presidente Chaves mantengo unas relaciones, cuando nos vemos en los actos oficiales, educadas y cordiales.
P. Precisamente porque usted es más educado y cordial de lo habitual y tuvo la deferencia de disculparse porque el presidente Chaves no fuera invitado a los actos en conmemoración de la Constitución de Cadiz...
R. Quiero aclarar que yo no le pedí disculpas al presidente Chaves por no haberle invitado al acto de la Constitución, porque ni yo estaba invitado a aquel acto, ni lo había organizado. Le pedí disculpas por que no se le había participado que venía el presidente Aznar. Pero en todo lo que pueda colaborar, lo haré. Mantengo unas relaciones bastante fluidas con muchas consejerías.
P. Estas cosas, que antes no se hacían, usted las hace... ¿No sería usted la persona que estaría en condiciones de suavizar la relación entre los dos gobiernos?
R. Las relaciones se deben suavizar con las ofertas que pongamos encima de la mesa. Porque yo le diga al presidente Chaves: 'Presidente, vamos a rebajar la tensión', poco se podría hacer. Pero si esa participación fuera decisiva, que yo creo que no, pues encantando de poder hacerla y la haría, claro.
P. Ha pasado de la delegación en Castilla-La Mancha a la de Andalucía. ¿Bono o Chaves?
R. Son distintos y aunque los dos forman parte del mismo partido político, con Bono he llegado a muchos más acuerdos que con Chaves.
"No he unido mi destino político al de Javier Arenas"
Pregunta. ¿Arenas es su padrino, su amigo o su mentor político?
Respuesta. Mi amigo, compañero de Universidad y persona a la que admiro y respeto mucho.
P. Arenas unió su destino político al de Aznar. ¿Usted ha unido el suyo a su vez al de Arenas?
R. No. No tengo unido mi destino al de Javier Arenas. Estoy asumiendo la responsabilidad como delegado del Gobierno, con un nombramiento del propio presidente. Estaré aquí mientras considere que soy útil y mientras el Gobierno tenga la confianza puesta en mí.
P. Usted que conoce bien a Arenas, ¿cuándo descansa?
R. La verdad es que es un hombre muy trabajador y tiene poco tiempo para el descanso.
P. Pero si uno no descansa, llega a los temas agotado...
R. Creo que no. Arenas tiene una capacidad especial.
P. La familia es para usted importante.
R. Sí. Soy una persona muy familiar. Por las circunstancias que han acompañado mi vida, desde muy joven me he tenido que hacer cargo de algunas responsabilidades familiares. Eso marca.
P. ¿La política y la vida familiar se llevan bien?
R. A veces hay que hacer esfuerzos para que no sufra la vida familiar. Es incompatible si no tienes la comprensión y el sacrificio de la propia familia. Sería imposible sin la ayuda de ellos.
P. De la Delegación del Gobierno, su antecesor Torres Hurtado saltó a la alcaldía de Granada. ¿Usted qué preferiría: la alcaldía de Sevilla o algún ministerio?
R. ¿Yo? Levantarme todos los días con la misma ilusión de servir al ciudadano.
P. ¿Como alcalde, como ministro...?
R. No, no, yo con la ilusión de ser delegado del Gobierno y poder servir a todos los ciudadanos.
P. ¿Y presidente de la Junta? Si Teofila Martínez no consigue ganar ahora...
R. Eso ni se me ha pasado por la cabeza. Teófila va a ser la presidenta de la Junta.
P. ¿Ve lógico que un juez regrese a la carrera judicial tras pasar por la política, en donde uno se crea adversarios políticos y deja algunas heridas...?
R. Formé parte del equipo ministerial que cambió esa ley, y precisamente por cambiarla me he quedado, al aceptar el cargo de delegado de Gobierno, sin destino en Sevilla, perdiendo antigüedad y sin formar parte de la mutualidad general judicial...
P. O sea, que le esperan la carrera política y la presidencia de la Junta...
R. Cuando alguien se entera, me dice: 'vaya negocio que has hecho'. El día de mañana, cuando me corresponda, volveré a la carrera judicial. De lo que estoy seguro es de que no voy a dejar ningún enemigo: sólo se dejan enemigos cuando se actúa con mala fe.
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