Protesta de vigilantes jurados contra la liberación de dos reclusos

Un centenar de personas, en su mayoría vigilantes de seguridad, se concentraron ayer frente a los juzgados de Terrassa para mostrar su rechazo a la decisión del juez que ha decretado libertad provisional para dos acusados de la muerte de dos guardas jurados ocurrida en diciembre de 2002 en una zona de ocio de la ciudad durante el atraco a mano armada a un furgón blindado.

Rafael López, responsable de seguridad privada de UGT, explicó que el colectivo se siente "indefenso e indignado" por esta decisión, que ha creado una "gran alarma social" entre los profesionales del sector, ya que "incluso la policía ha catalogado a los detenidos como muy peligrosos".

Según López, el objetivo de la concentración era "apoyar a las familias de las víctimas y pedir justicia", puesto que el magistrado "ha demostrado que la vida de un vigilante no tiene importancia". El sindicalista calificó el acto, al que asistieron los familiares de los guardas asesinados, como un "gran éxito" y manifestó que espera que "esta respuesta llegue al juez, que es quien ha puesto en libertad a los detenidos habiendo pruebas inculpatorias". "No entendemos la actitud del juez", señaló el sindicalista, que aseguró que, ante esta decisión, hay que mostrar públicamente el rechazo a la puesta en libertad de los dos presuntos asesinos.