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Reportaje:

Subcontrataciones en el aire

Las firmas andaluzas, obligadas a ganar capacidad económica y técnica para no perder encargos de Airbus y EADS

Una sala del pabellón de Italia, en el parque tecnológico Cartuja 93 de Sevilla, sirvió de tapete para la gigantesca partida de póquer que jugaron el jueves todos los que tienen algo que decir en el sector aeronáutico, la principal apuesta de la industria andaluza para las próximas décadas. Acudieron a la llamada de la Consejería de Empleo más de un centenar de personas: entre ellas, representantes de EADS y Airbus (los consorcios europeos que fabricarán los aviones A400M y A380), de Gamesa y Sacesa (grandes subcontratistas de los proyectos aeronáuticos), y de la veintena de empresas que forman la industria auxiliar andaluza. Algunos mostraron las cartas que van a jugar para retener en la comunidad la máxima carga de trabajo posible de los nuevos aviones europeos. Otros, escucharon y guardaron su jugada.

Los empresarios de la industria auxiliar aeronáutica estuvieron entre los que optaron por no desvelar sus cartas, pese a que su evolución es vital para calibrar el impacto económico en Sevilla del ensamblaje del avión de transporte militar del A400M o de la fabricación de piezas en la capital hispalense y Cádiz del A380, el futuro gigante del transporte civil. Según asistentes a la reunión, sólo el gerente de la firma Tada, Manuel Osorio, intervino para incidir sobre la necesidad de más financiación.

La industria aeronáutica andaluza aborda, en teoría, el mejor futuro de su existencia: el ensamblaje y entrega de los A400M (ya hay vendidos 182) arrastrará una inversión de más de 1.500 millones de euros y la creación de 700 puestos de trabajo directos y 3.500 inducidos durante dos décadas. Y, al menos, el 10% del programa A380, también se fabricará en España. Pero las empresas auxiliares están también delante de un cruce de caminos: para optar a las subcontratas, deben ser capaces de producir más, más rápido y mejor. Y, con su actual dimensión, eso no es posible.

"La estructura económica de las empresas sevillanas y gaditanas es muy débil", confirma Antonio Galadí, presidente de la federación andaluza de empresarios del sector del metal. Pero Galadí responsabiliza de esta situación a CASA, la compañía española integrada ahora en los consorcios EADS y Airbus, cliente principal de esta veintena de firmas. "No ha permitido transferencia de tecnología, sólo beneficios muy limitados, a quien quería crecer por su cuenta se le cortaba el cuello", mantiene el también responsable de la comisión aeronáutica de la CEA.

"Lo sorprendente es que ahora demandan empresas con mayor dimensión", ironiza Galadí, en referencia a las palabras del presidente de EADS-CASA, Francisco Fernández, quien reclamó en la reunión del jueves mayor "músculo financiero" a las auxiliares andaluzas para optar a las subcontratas. Fernández ha dejado entrever que la carga de trabajo podía ir a otras comunidades. El jueves, reafirmó que la prioridad es Andalucía.

Un compromiso que tiene fácil explicación: el Ministerio de Economía y la Junta aportan casi un tercio de los 568 millones en los que EADS-CASA ha valorado la inversión necesaria para renovar sus centros productivos en la comunidad y construir la planta de ensamblaje. "El apoyo de la Administración es evidente, pero no ha tenido la misma visión con la industria privada", señala Galadí. En la reunión, el consejero de Empleo, José Antonio Viera, jugó una nueva carta para atajar este problema: implicar a las entidades financieras para aportar al menos 96 millones de euros a estas empresas en los próximos cuatro años, una cifra que se cuadró sobre la marcha.

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El Monte, San Fernando, Unicaja, BBVA, CajaMadrid y La Caixa estuvieron en la reunión. Empleo da por descontada la participación de las tres cajas andaluzas; de las foráneas, la que más interés mostró fue La Caixa. "Es una buena noticia, pero lo que necesitamos es capital-riesgo, socios que entren para ayudar a la empresa a crecer y luego dejarla sola cuando esté consolidada", matiza Galadí.

Decisión urgente

"Lo que también se dijo en la reunión es que se apoyarían preferentemente procesos de fusión y crecimiento", recalca Juan Manuel Tejada, máximo dirigente de CC OO en el sector aeronáutico, quien sostiene que los empresarios andaluces son responsables también de la débil estructura tecnológica y financiera de las firmas auxiliares. "Aquí está la mano de obra más experimentada y hay un apoyo público como en ningún otro sitio, pero el sector crece menos que en otras comunidades", puntualiza Tejada.

El dirigente sindical recalca que la infraestructura que se va a desplegar en Sevilla y Cádiz puede servir de imán para nuevos proyectos (la planta del eurocopter, fabricación de motores, piezas espaciales). Y que las subcontrataciones a distribuir, requerirán empresas auxiliares con más capacidad financiera y técnica aún. "Es una oportunidad, pero no va a haber exámenes de recuperación, hay dar el salto ya".

Fusiones en marcha

Entidades financieras, sindicatos, empresarios y representantes autonómicos. Todos dicen que hay contactos en la industria auxiliar aeronáutica (poco más de 20 empresas que facturan 60 millones de euros y emplean ahora a 1.400 personas) y que los procesos de integración están maduros. Que las cartas se pondrán encima de la mesa pronto. Y que el compromiso de la Junta y las cajas y bancos de aportar financiación acelarará las negociaciones.

En los últimos meses, el único proceso de integración que ha llevado a buen puerto es el de Sacesa: la firma participada por el IFA y EADS-CASA dio entrada a El Monte, Unicaja y San Fernando en el capital y logró nueve millones de ayudas públicas para hacer frente a los requerimientos de Airbus, con la que hace medio año contrató la fabricación de una pieza del fuselaje del A-380. A pesar de que en el camino se quedó la opción de aliarse con un nuevo socio industrial (Abengoa se descolgó), pese al interés manifiesto de Empleo.

Pero ahora las subcontrataciones que están en juego corresponden al A400M. "Hay sitio para dos grupos empresariales, que integren firmas de montaje, elementos e ingeniería, y recojan subcontrataciones que deriven de Gamesa [presente en Andalucía a través de Easa del Sur] y Sacesa", aventura Ramón Díaz, responsable regional de UGT en el sector. "Esos grupos tendrán continuidad y empleo de calidad, las que se queden fuera estarán a merced de los pedidos que haya en cada momento", asegura. Mac Puarsa, junto a la vitoriana SK-10 y Unicaja opta a estar en uno de esos grupos

Antonio Galadí, dirigente patronal, cree que las integraciones vendrán de la mano de firmas francesas, radicadas en Tolouse. De hecho, Beat ya ha mostrado su interés por entrar en alguna de estas operaciones.

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