Arden una docena de vehículos en siete días en las calles de Valencia

La quema de vehículos en las calles de Valencia no cesa. Aunque el número de incidentes ha descendido considerablemente durante 2003 respecto de los dos años anteriores, de algo más de un centenar el pasado año a los casi 600 entre 2001 y 2002, la presión policial no ha logrado erradicar esa práctica. En los siete primeros días de enero han ardido una docena de vehículos y otros tantos contenedores.

Los bomberos recibieron a las 5.10 de la madrugada de ayer un aviso de incendio en varios vehículos en la calle de Mariano Ribera de Valencia, en la zona entre la avenida de Tres Forques y la avenida del Cid. Tres unidades se desplazaron al lugar, una calle sin salida que desemboca en una plaza de tierra. El fuego había ya destrozado un Audi TT. Pero las llamas afectaron a otros dos vehículos, un Peugeot 405, que quedó parcialmente calcinado, y a un Citroën Xsara, destruido en su práctica totalidad.

Según fuentes policiales, los vehículos se encontraban perfectamente estacionados y, en principio, no consta que ninguno de ellos estuviera en situación de abandono.

Con esos tres vehículos son ya doce los que han sido quemados en las calles de la ciudad desde el pasado día uno. Y ello, a pesar de que en los últimos días de diciembre la policía detuvo a un hombre presuntamente relacionado con esta práctica y hace cuatro días a otro, que ingresó en prisión al relacionársele con cinco incidentes tras sorprenderlo la policía con una chaqueta en llamas debajo de un vehículo.

Operativo policial

Según fuentes policiales el operativo de coordinación entre la policía local y la policía nacional para perseguir a los autores de la quema de coches sigue en marcha. Sin embargo, las mismas fuentes aseguran que la diversidad de planes puestos en marcha, entre ellos el de Russafa, que obliga a la movilización de recursos para otros asuntos supone que no esté, de hecho, funcionando como lo hiciera durante el primer trimestre del pasado año.

La policía ha detenido desde enero de 2003 a más de una veintena de personas relacionadas con la quema de coches en Valencia. De ellas, sólo dos ingresaron en prisión por estos hechos de forma preventiva.

La policía insiste en la dificultad que supone la persecución de este delito -que geográficamente ha pasado de concentrarse en zonas de Blasco Ibáñez y del Marítim a cualquier espacio próximo a una zona deshabitada a de escaso movimiento- porque se coge in fraganti a los autores. Además, aclara que la cifra de coches afectados es mayor de los hechos que realmente se realizan, ya que por cada coche al menos otro suele quedar afectado. Para los investigadores, una parte muy importante de los turismos destruidos estaban en situación de abandono o habían participado en algún delito. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia insiste en reclamar una especial vigilancia ante la dimensión del problema.