La policía detecta cientos de coches con tarjetas falsas de aparcarcamiento
Los agentes creen que son los propios conductores los que realizan las copias
La Policía Municipal de Madrid ha destapado una masiva falsificación de tarjetas de las que usan los automovilistas para estacionar en las zonas reguladas de la capital. A lo largo del último año, los agentes se están topando, durante sus inspecciones rutinarias de coches aparcados en barrios como Salamanca y Centro, entre otros, con cerca de 50 tarjetas falsas cada mes. Asimismo, y según fuentes del Ayuntamiento, los agentes han descubierto en la capital una red que se dedica a falsificar documentos de conducir internacionales para venderlos a inmigrantes.
En un principio, las sospechas sobre la autoría de las falsificaciones de tarjetas se dirigen a los propios automovilistas que las usan. La policía no descarta que detrás de la elaboración de una parte de las falsas tarjetas se oculte alguna organización que pueda estar sacando provecho económico de este fraude, tal como se descubrió con los tiques de abono transporte hace dos años. Estos abonos se vendían en los top manta a la mitad de su precio y detrás de su elaboración sí que había una red organizada. Ahora, cuando ya casi se había erradicado la falsificación de abonos, ha surgido el fraude de las tarjetas de aparcamiento.
"Lo normal es que sean los propios conductores quienes las falsifiquen en sus ordenadores mediante un escáner", señalaron ayer fuentes del Consistorio. "Y lo hacen para evitarse estar dando vueltas con el coche en torno al lugar donde trabajan, inconscientes de que están cometiendo un delito de falsificación de documento público", advierten los citados medios. Con ello evitan dar vueltas y tener que pagar el tique a los controladores.
La falsificación de tarjetas se detectó al poco de establecerse los estacionamientos regulados. "Ahora es raro el mes que no encontramos a entre 40 y 45 conductores con tarjetas falsas y digitalizadas", señalan fuentes municipales.
La habilidad de los autores de estas falsificaciones va a más, según las citadas fuentes del departamento de Seguridad Ciudadana y Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid. Si en un principio las falsificaciones de tarjetas era "un poco cutres, las que se están encontrando ahora están digitalizadas". El parecido entre una tarjeta falsa y la real es espectacular. Es decir, cuesta trabajo a los agentes distinguir unas de otras a simple vista.
Los policías, bien avisados por el controlador que sospecha de alguna tarjeta o bien en sus inspecciones rutinarias, lo que hacen es acercarse al coche, observar la numeración de la tarjeta y llamar desde el lugar al Ayuntamiento para cruzar datos y comprobar si la tarjeta que están viendo se corresponde con la del dueño de la matrícula del coche. Estas tarjetas las facilita el Ayuntamiento y, por tanto, tiene constantancia fehaciente de si una determinada persona y su vehículo tienen o no autorización.
Descubierta una tarjeta falsa, el Ayuntamiento actúa contra estos automovilistas, además de por la vía penal, por la vía administrativa. Es decir, cuando se descubre una tarjeta falsa, los agentes avisan a la grúa y ésta retira el vehículo a un depósito. Allí esperan a que llegue el dueño del coche y presunto falsificador para retirar el coche. Es entonces cuando los agentes preguntan personalmente al conductor por la procedencia de la tarjeta. Buena parte de ellos admiten ser los autores de la falsificación. Entre la grúa, el depósito y la multa que se le impone el conductor suele pagar, en principio, y si es descubierto, unos 300 euros. La vía judicial llega luego.
Permisos de conducir falsos
Otra de las grandes líneas de investigación que desarrolla la Policía Municipal de Madrid contra la
falsificación de documentos públicos tiene relación con los carnés de conducir internacionales. En este momento, el Ayuntamiento investiga a ciudadanos argentinos que se dedican a vender entre la nutrida población inmigrante de Madrid carnés de conducir internacionales falsos. En este caso sí existe el convencimiento municipal de que detrás de esas falsificaciones existe una red organizada, dada la cantidad de documentos falsos que se están descubriendo. De hecho, todos los meses se detiene en Madrid a una media de 35 personas por llevar un documento de conducir falsificado.
El Ayuntamiento comenzó a descubrir carnés de este tipo en 1995, si bien, explican fuentes municipales, últimamente el problema se ha agudizado y son muchos los automovilistas detenidos con un carné ilegal. Desde el Ayuntamiento se advierte de que llevar un carné falso está penado con entre tres meses y un año de cárcel.
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