Interior admite que de los 594 grupos detectados 66 actúan sólo en España

La creciente presencia de las mafias internacionales en España queda más que en evidencia con el simple repaso de los sucesos de un día. Ayer mismo: un hombre de 26 años de origen albano-kosovar fue asesinado en Torrejón de Ardoz (Madrid) de tres tiros en un más que probable ajuste de cuentas; en un chalé de Marbella, la policía se incautó de 7.500 kilos de hachís y un arsenal supuestamente perteneciente a un clan del Este; en Algeciras (Cádiz) fue detenido un colombiano con una tonelada de hachís; una banda de proxenetas lituanos fue desarticulada en A Coruña...

El incremento de los grupos mafiosos organizados en los últimos años ha sido reconocido por el Ministerio del Interior, en un informe elaborado en 2003 sobre la evolución del crimen organizado en los dos años anteriores. El informe revela que en 2002 fueron detectados un total de 594 bandas organizadas, de los cuales 417 eran de nueva creación. De ellos, se subraya, "sólo 66 actúan de manera exclusiva en suelo español", ya que "la mayoría" actúan también "en otros países". Es lo que se llama delincuencia trasnacional. Eso sí, 384 de las mafias detectadas fueron desarticuladas por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil.

Cada uno de estos grupos estaba compuesto por una media de 17 personas, la mayoría de ellos (81%) hombres. Los servicios de Policía Judicial indagaron a 9.984 personas a lo largo del año antepasado "como sospechosas de pertenecer a la delincuencia organizada", lo que llevó a la detención de 4.316, es decir, el 43,23%. "Muchos de ellos", explican fuentes policiales, "pertenecían a grupos que daban servicio a varios grupos a la vez, como es el caso de quienes acogen inmigrantes en masa, transportan droga para otras bandas o se dedican a los ajustes de cuentas por dinero".

Seis provincias

Tras la española, las nacionalidades "predominantes" de estos grupos son, según Interior, colombiana, rumana, rusa, marroquí y yugoslava (de países de la ex Yugoslavia). El informe subraya que "en el 95% de los casos" estas mafias operan en varias provincias "simultáneamente", aunque son seis en las que trabajan con más frecuencia: Madrid, Málaga, Barcelona, Valencia, Alicante y Sevilla.

El 40% de estos grupos (caracterizados por tener más de tres miembros, estar jerarquizados, con distribución de tareas y con una actividad prolongada en el tiempo) se dedican al tráfico de drogas. En orden decreciente se dedican también al blanqueo de capitales, estafas (sobre todo piratería cultural), robo con fuerza, explotación sexual de mujeres extranjeras, tráfico de armas, robos con violencia o intimidación, extorsión y fraudes. Un ambientazo.