Los chiíes piden que la ONU avale la transición
El acuerdo para la transición política firmado el 15 de noviembre por el Consejo de Gobierno y el administrador norteamericano de Irak, Paul Bremer, establece una cláusula por la que antes del 28 de febrero de este año debe estar elaborada una Ley Fundamental que incluirá una carta de derechos fundamentales -libertad de expresión, libertad religiosa e igualdad de sexos, entre otros-, la separación de poderes y la definición concreta del modo de elección de una Asamblea Legislativa, que deberá estar constituida antes del 31 de mayo.
El problema es que los responsables religiosos y políticos chiíes, conscientes de que representan a un 60% de la sociedad, exigen que esta Asamblea transitoria sea elegida por todos los iraquíes, mientras que Bremer rechaza esta pretensión y apuesta porque sean los consejos provinciales y locales -controlados por EE UU- los que la designen. Esta Asamblea nombrará el Gobierno que asumirá el poder antes del 1 de julio, fecha prevista para la transferencia de poder, con la consiguiente disolución de la Autoridad Provisional de la Coalición. Los dirigentes chiíes no han dado un portazo a otras opciones, pero reclaman que la ONU aporte una solución que permita una "mejor representación del pueblo iraquí". El 19 de enero, una delegación del Consejo de Gobierno se reunirá en Nueva York con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, para debatir una alternativa a las hasta ahora planteadas.
Sin embargo, el tortuoso camino previsto en el acuerdo del 15 de noviembre no termina ahí. La Ley Fundamental también debe marcar el calendario final para elaborar la Constitución definitiva del país, que tendrá que ser redactada por un Parlamento "elegido por el pueblo iraquí". A mediados de 2005, el proceso debería haber concluido.
Pero el ritmo de las negociaciones, dos meses después de suscrito el acuerdo inicial y a menos de dos meses de que termine el primer plazo, es más lento de lo deseado por Bremer. El presidente de turno del Consejo de Gobierno, Adnan Pachachi -suní, ex ministro de Exteriores y exiliado durante la dictadura de Sadam- ha asegurado en fechas recientes que se están estudiando "diversos borradores" de la Ley Fundamental. Y problemas de gran calado, como las relaciones entre las futuras regiones de Irak y el Ejecutivo central, sólo se negociarán para promulgar la Constitución definitiva de Irak.
Es la cuestión kurda la que más preocupa con vistas a las discusiones de la organización territorial del país. Pachachi aseguró ayer a una cadena iraquí que las "relaciones entre la región kurda y el Gobierno será definidas en la futura Constitución". "Aceptamos el federalismo, pero en el mundo hay diferentes formas de federalismo", dijo.
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