La Nochevieja deja 25 toneladas de basura en Sol

Las campanadas del Año Nuevo dejaron ayer una herencia de 25 toneladas de basura en la Puerta del Sol. Poco después de amainar el jolgorio y los descorches de champán un pequeño ejército formado por 84 trabajadores del servicio de limpieza urbana (Selur) se empleó a fondo para restablecer el aspecto de la zona. Conduciendo 25 máquinas barredoras y baldeadoras retiraron vasos, serpentinas, botellas y todo tipo de residuos de este punto neurálgico de la ciudad.

Las 25.700 toneladas de basura recogidas podrían llevar a pensar que el civismo es una asignatura pendiente para los madrileños. Sin embargo, el director gerente de Calidad y Evaluación Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, Ramón Sánchez, destacó el "magnífico comportamiento" de las personas que acudieron a celebrar la Nochevieja a la Puerta del Sol, por haber utilizado masivamente los más de cien contenedores de basura situados en la zona.

El Ayuntamiento destaca el civismo de los madrileños que despidieron el año en la Puerta del Sol

Para evitar que el corazón de la ciudad quedara alfombrado de envases, la Concejalía de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad repartió 10.800 vasos de plástico a todos los que se acercaron a la plaza. De esta manera se evitó también la utilización de botellas de vidrio o recipientes que pudieran resultar peligrosos. La cantidad de residuos recogidos ha sido ligeramente inferior que el año pasado, cuando se retiraron 26.000 kilos de basura, dato que el Ayuntamiento interpreta como muestra de civismo.

La limpieza de la Puerta del Sol y otras calles aledañas se inició en la primera hora del nuevo año. En ella participaron operarios del Selur y del servicio de limpieza del distrito Centro. Para las 2.40 la basura ya se había retirado de la vía pública y pudo restablecerse el tráfico rodado. Además de los 25.700 kilos de basura retirados de la Puerta del Sol en otras calles aledañas como Gran Vía y Fuencarral se recogieron otros 15.000. En el conjunto de la ciudad fueron 200.000 los kilos de basura retirados.

La pasada Nochevieja fue tranquila. En ella no se registraron incidentes graves, aunque sí numerosas llamadas a los servicios de emergencia del 112, que registró 4.500 avisos entre las nueve de la noche del 31 de diciembre y las ocho de la mañana del 1 de enero. Estas 4.500 llamadas suponen un 20% más de las que se reciben en un fin de semana normal. Pero en la Nochevieja pasada también fueron muchos los avisos a los servicios de emergencia (3.076).

En la capital, estas llamadas dieron lugar a 250 intervenciones (frente a las 232 del primer día de 2003). Quienes tuvieron la noche más agitada fueron los bomberos de la capital, con 128 salidas, el doble que el año pasado. La mayor parte de las mismas se debieron a incendios en contenedores, rescates de ciudadanos atrapados en ascensores, incendios por motivos típicamente navideños en los hogares -cocinas, petardos, velas que quedan sin apagar- y actuaciones en accidentes de tráfico, más escasos que otras veces y de menor gravedad.

La primera salida de los bomberos, a las 0.08, se produjo por la explosión de un potente artefacto pirotécnico en Rafael Alberti, 27 (Puente de Vallecas), que reventó las ventanas del salón y la cocina de una vivienda del cuarto piso, y destrozó tres metros cuadrados de falso techo. El Samur atendió allí a una mujer con una crisis de ansiedad.

En la capital también se registraron numerosas intervenciones por intoxicaciones etílicas, ninguna de ellas grave; por lesiones producidas en caídas -al menos una de ellas de gravedad- y aglomeraciones. Hubo, asimismo, 33 heridos en peleas, y muchas menos intervenciones que otros años en la Puerta del Sol.

En el resto de la región se realizaron 230 intervenciones por intoxicación etílica, 156 por incidencias de tráfico -accidentes todos de consecuencias menores- y 116 por agresiones o peleas, sin que ninguna fuera grave.

El único herido grave de esta Nochevieja en las calles de Madrid fue un joven de 22 años que se cayó, por causas desconocidas, por las escaleras de la discoteca Pasapoga en la Gran Vía. Al llegar los sanitarios, el accidentado se hallaba inconsciente y presentaba traumatismo craneoencefálico severo con hemorragia en el oído, lo que podía indicar lesiones internas graves, por lo que fue trasladado por el Samur al hospital Gregorio Marañón. Un accidente similar se repitió en la discoteca Pachá, en la plaza de Barceló, aunque el herido, de 29 años, no estaba grave.