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OPINION DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Lumbalgia mortal

En la madrugada del 22 de noviembre, mi marido sintió un dolor en la parte trasera de la cintura y algo de fiebre. Llamé a Urgencias sobre las seis y media de la mañana. A las 7.25 llegó el médico. A pesar del fuerte dolor se limitó a preguntarle: Nombre, edad, compañía y, por último, qué le ocurría. Ni siquiera le examinó la zona dolorida. Nada.

Diagnosticó lumbalgia aguda mecánica. Le puso una inyección calmante y le recetó Myolastan. Y dijo: "Espere 48 horas; si continúa igual, llame de nuevo; pero sería mejor esperar al efecto de las pastillas porque el tratamiento con inyecciones es muy fuerte". El día 25, sobre las siete de la tarde, llamé otra vez. Ya no sólo era el dolor, sino que también presentaba tos, ruido en el pecho, mucho cansancio y pocas ganas de comer. Tras insistir de manera reiterada, el médico vino a las 23.20 horas. Formuló las mismas preguntas. No se le ocurrió ni tocarlo y cuando le dije que se encontraba demasiado cansado, contestó: "Efecto del Myolastan". Le pregunté si debía llevarlo a Urgencias a lo que dijo: No (lo tengo escrito en el parte médico de visita a casa). Le redujo las pastillas a la mitad de la dosis, le recetó inyecciones para el lumbago y un jarabe para la tos. Al día siguiente (26), al ver cómo aumentaba el cansancio y la desgana llamé dos veces al Instituto de Toxicología para preguntar acerca del efecto del Myolastan y me respondieron que no las tomara durante 24 horas y si seguía igual que llamara al médico.

Mañana del 27: su estado empeora. Llamo a Urgencias. El médico se limitó a tomarle la tensión. Mínima 8, máxima 9. Me alarmé al ver lo descompensada que estaba y le dije que iba a ingresarlo, a lo que contestó: "Reanímelo con productos naturales (como café...) y si a la tarde sigue igual entonces le ingresa. Un ingreso es muy incómodo". Traté de darle el café y al ver que tragaba con dificultad llamé a la ambulancia. Sobre las dos de la tarde ingresó en la UCI del hospital Infanta Luisa de Sevilla. El día 29, a las siete y media de la mañana, fallecía. El trato en el hospital fue excelente.

Diagnóstico: Neumonía bilateral, sepsis grave, fracaso multiorgánico. Los médicos que allí lo han tratado nos han dicho que, tal vez, 48 horas antes los antibióticos podrían haber hecho efecto. Mi hija y yo nos preguntamos: ¿Estaría con nosotros si el primer médico que vino, el segundo o el tercero le hubiesen hecho algún caso y examinado como un auténtico profesional de la medicina? Porque lo único importante para todo el que vino era rellenar el formulario. Lo que sí es cierto es que la vida nos ha cambiado por completo.

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