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Reportaje:

Otra ciudad en una ciudad

Las primeras familias comienzan a vivir en Miribilla, el nuevo gran ensanche de Bilbao levantado sobre antiguas minas

"Es otra ciudad", sentencia Pedro Marín, enfundado en un grueso abrigo, mientras pasea por la Avenida Jardines de Gernika, en el nuevo barrio de Miribilla de Bilbao, contemplando los últimos retoques del edificio donde vivirá su hijo con su compañera en un piso de 69 metros cuadrados. "Aunque está a unos minutos de la plaza de Zabálburu y otros pocos del Casco Viejo, esto no parece que sea Bilbao, sino otra ciudad", repite. Y algo hay de cierto en sus palabras.

El barrio de Miribilla comenzó hace pocas semanas a poblarse y aún lo seguirá haciendo durante 2004, a medida que vayan finalizándose las viviendas que se construyen. Ha tomado forma sobre un paraje abrupto horadado por minas abandonadas hace más de un siglo y que la mayoría de la gente califica de "lunar". Cuando los edificios estén terminados y accedan a sus pisos los nuevos propietarios, se convertirá en la otra gran ampliación de Bilbao, un nuevo ensanche que aporta 3.000 nuevas viviendas a la capital vizcaína. Unas 12.000 personas vivirán en Miribilla.

Más que en Arrigorriaga, Balmaseda, Azkoitia o Zumarraga. Una ciudad casi.

El aspecto de esa nueva zona también contribuye a la sensación de "estar en otro lugar", como afirma Severino al compararlo con su saturado barrio de Santutxu, separado sólo por el tajo del Nervión antes de hacerse ría. Los edificios de Miribilla son altos, de ocho a diez alturas, pero sus ventanas se asoman a amplias avenidas y el barrio se asienta entre dos inmensos parques surcados de bidegorris y zonas verdes. Las vistas de Bilbao también son espectaculares y, dicen, que desde alguno de los pisos más altos hasta se llega a ver el Abra.

La superficie total de Miribilla es de 43 hectáreas, lo que ocupan otros tantos campos de fútbol. Las viviendas ocupan una pequeña parte, sólo el 20% de ese inmenso terreno. El 80% restante se destina a los dos parques, uno el del bulevar de la Avenida Jardines de Gernika, de más de medio kilómetro de largo, y el otro, redondo, con un auditorio en el centro; a las áreas peatonales; las carreteras; los bidegorris; las zonas deportivas y las escolares.

A primera vista, todo deseable. Pero no para Dani, de ocho años, que pasea en solitario con su abuela por el nuevo barrio. Él echa de menos el jolgorio de la Plaza Nueva, en pleno Casco Viejo de Bilbao, donde vivía hasta hace dos semanas. Allí estaban sus amigos y conocía a todo el mundo. Ahora todo es nuevo y apenas hay niños para jugar. Su abuela se queja de que tampoco hay "donde tomarse un café".

Así es. Las lonjas de de Miribilla están aún vacías, como la mayoría de las casas. Los nuevos vecinos que se han mudado a las primeras viviendas disponibles se encuentran un barrio en construcción, sin servicios completos aún. Y sin un sólo establecimiento. "No hay donde comprar un litro de leche, unas aspirinas o un bollo para el niño", critica la abuela, a quien tampoco le agrada "el aire" que corre por la gran avenida. "Está poco resguardado", dice.

Los padres de Dani dejaron su vivienda en el Casco Viejo, "grande y acondicionada", por un piso en Miribilla que les ha salido por "unos 35 millones [de las antiguas pesetas]", de los más caros de la zona. ¿La razón? El garaje.

El nuevo barrio reúne pisos de protección pública y de venta libre. Las viviendas protegidas serán casi 2.000 y costarán unos 120.000 euros. Los mil pisos restantes serán de venta libre y alcanzarán precios hasta 210.000 euros.

En autobús y tren

El pasado 18 de diciembre, la sociedad Bilbao Ría 2000 aprobó la construcción de una estación de ferrocarril, de Renfe, en Miribilla. El proyecto requerirá una inversión de 13,1 millones. Se pretende empezar las obras dentro de un año.

El apeadero contribuirá a hacer el barrio más accesible, ya que lo conectará con la plaza Circular de Bilbao, y con los medios de transporte que allí confluyen, en tan sólo tres minutos. También, según afirmó el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, las líneas de Bilbobús deberán reordenarse y renovarse para dar servicio a las más de diez mil personas que residirán en Miribilla. "Está claro que habrá mejorar el transporte público", ha declarado el alcalde.

En la zona también se ubicará el colegio Corazón de María, actualmente en el barrio próximo de Bilbao la Vieja. Y la abuela de Dani contará con gran centro comercial. Para que no le falte de nada.

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