El juez mantiene en prisión al fundador de Parmalat tras declarar durante seis horas
Calisto Tanzi fue detenido cuando pretendía huir a Ecuador, y podría ser acusado de estafa
El fundador y ex presidente de Parmalat, Calisto Tanzi, de 65 años, ingresó ayer en la prisión de San Vittore de Milán por orden del juez. Detenido en la tarde noche del sábado en Milán por la Guardia de Finanzas italiana, el juez instructor decidió encarcelar a Tanzi ante el temor de que el empresario, desaparecido desde que saltó el escándalo del grupo alimentario, pudiera ocultar pruebas. Tanzi ha declarado que tenía planes para viajar a las Islas Galápagos (Ecuador) cuando fue detenido. Podría ser acusado de estafa y manipulación contable, entre otros cargos.
El fundador de la multinacional agroalimentaria, en suspensión de pagos, fue interrogado durante todo el domingo. Finalmente, no obtuvo el arresto domiciliario que solicitaban sus abogados y deberá permanecer en la cárcel de San Vittore de Milán al menos hasta que sus defensores presenten una apelación contra la orden judicial. El encarcelamiento fue decretado por el juez de Investigaciones Preliminares de Milán al considerar que una medida menor, como la del arresto domiciliario, podría servir al empresario para hacer desaparecer pruebas o para escaparse al exterior.
La detención de Tanzi ocurrió en la tarde del sábado. El empresario llegó en helicóptero a Parma, procedente desde Ginebra. La Guardia de Finanzas lo localizó, pero lo detuvo horas más tarde en Milán mientras se desplazaba en un Mercedes oscuro conducido por su chófer. La detención se demoró por las dificultades que encontraron las dos fiscalías (de Milán y de Parma) para ponerse de acuerdo.
Interrogatorio
Durante la jornada de ayer, Tanzi fue largamente interrogado. Por la mañana, por los fiscales de Milán, y por la tarde, durante seis horas, por los de Parma. Todo indica que, al menos en un primer momento, el caso judicial será dividido en dos: el supuesto delito de manipulación bursátil sería instruido por la Fiscalía de Milán y los otros presuntos delitos por la de Parma.
Las acusaciones que se ciernen sobre Tanzi son: asociación delictiva para provocar la bancarrota fraudulenta de Parmalat; manipulación bursátil; falsedad contable; estafa; especulación abusiva y comunicación falsa a los auditores.
La investigación trata de descubrir ahora si Tanzi, ante la perspectiva de quiebra de su imperio, sacó importantes sumas de dinero para depositarlas en cuentas secretas en paraísos fiscales utilizando filiales como Bonlat, con sede en las Islas Caimán .
Tanzi niega acusaciones como la de estar detrás de sociedades fantasma. Algunas de estas sociedades se mencionan en documentos incautados que sobrevivieron a la destrucción de pruebas supuestamente realizadas por empleados de la empresa.
El ex director financiero de Parmalat Fausto Tonna, según fuentes cercanas a la investigación, está colaborando para reconstruir parcialmente las estrategias contables de la empresa en los últimos 15 años. Los abogados de Tanzi, por su parte, aseguran que no ha desaparecido dinero. Lo más que admiten es la supuesta existencia de " sumas contables inexistentes". La investigación en torno a Parmalat afecta también al consejo de administración y a los contables y auditores que aprobaron el saludable balance que la empresa presentó en el año 2002.
'Enron italiana'
La situación financiera real de Parmalat, calificada como la Enron italiana, ha sido toda una sorpresa. En 2002, sus cuentas reflejaban una facturación de 7.590 millones de euros, beneficios de 613 millones y una deuda de 1.860 millones. Parmalat, cuenta con 37.000 empleados en 197 fábricas de todo el mundo.
Todo estalló cuando el Bank of America negó la autenticidad de un documento que aseguraba fondos por 3.950 millones de euros en una cuenta de la compañía off-shore Bonlat, filial del grupo. El agujero de la Parmalat se calcula ahora entre 7.000 y 13.000 millones de euros. En cualquier caso, el déficit real acumulado durante 15 años equivale a varias veces el capital de la empresa.
Los intentos para salvar Parmalat comenzaron con un decreto del Gobierno, fijando ayudas que se aplicarán, con permiso de Bruselas, sólo en el caso de que exista un programa de reflotamiento industrial. No será válido si el objetivo es la liquidación de la firma.
El comisario nombrado para gestionatr el grupo en crisis, Enrico Bondi, deberá presentar en 60 días el plan de reflotamiento.
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