Demasiado tarde
Me congratulo de compartir la opinión de la ministra Ana Palacio cuando se opone a la pena de muerte para Sadam Husein. Pero llega tarde. A pesar de sus horribles credenciales, el dictador tiene derecho a un juicio justo. No podemos dejarnos llevar por la sed de venganza que algunos han puesto tan de moda. La ministra tiene razón en oponerse a nuestros amigos americanos.
De todas formas, tengo algo que reprocharle: el doble rasero con el que mide a los gobernantes y discrimina a los civiles de a pie, a los famosos daños colaterales. Los españoles hemos apoyado, muchos en contra de nuestra voluntad, la matanza de civiles en esta guerra. Ellos no tuvieron un juicio justo, sólo guerra preventiva. La ministra ahora quiere salvar la vida de Sadam Husein. ¿Sólo para demostrar que nosotros no somos tan salvajes como él? ¿Sólo con fines publicitarios?
Esa gente sabe perfectamente quién estuvo a favor de las bombas que acabaron con las vidas de sus seres queridos e hirieron gravemente a muchos de ellos. No se dejarán engañar.
Más vale tarde que nunca, pero hay veces en que llegar tarde es llegar demasiado tarde.
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