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Un comerciante chino muere apuñalado en un atraco en su tienda de Arganzuela

La víctima se resistió al robo y recibió una cuchillada en el riñón

Un comerciante chino del distrito de Arganzuela, Jian Ping Xu, de 41 años, murió en la madrugada de ayer, tras ser atracado por dos encapuchados que entraron en su establecimiento cuando estaba a punto de cerrar. La víctima, que se resistió al asalto, recibió una puñalada en la zona lumbar que le causó una fuerte hemorragia. Uno de sus dos hijos, de 16 años, también resultó herido por los homicidas.

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Jian Ping Xu era una persona muy querida y admirada en el barrio. Desde hacía más de dos años regentaba una tienda de alimentación y frutos secos en la confluencia de la calle de Linneo y de Moreno Nieto, en el barrio de Imperial. Su carácter abierto y confiado le habían granjeado una clientela muy fiel que ayer no podía creerse que hubiera muerto apuñalado por dos encapuchados.

Los hechos se produjeron sobre las once de la noche del pasado jueves. A esa hora, Jian Ping Xu se hallaba con sus dos hijos en el interior de la tienda cuando entraron dos encapuchados y con guantes en las manos. Ambos iban armados con una pistola y una navaja. Los asaltantes le pidieron todo el dinero que tuviera. Éste era, según vecinos de la zona, el tercer atraco que sufría en los últimos meses. El comerciante se resistió, por lo que uno de los asaltantes se dirigió al comerciante y le apuñaló en la zona lumbar izquierda. Se desencadenó una fuerte pelea, que tuvo como resultado que el interior del local quedara destrozado. El mostrador de cristal terminó hecho añicos y las golosinas y chucherías desparramadas por todo el local. Además, un reguero de sangre manchaba todo el comercio. La víctima, tras ser herido, salió a la calle para pedir ayuda.

En la refriega también resultó herido el hijo mayor del fallecido, de 16 años, que sufrió un corte en una pierna, además de contusiones.

Coche rojo

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Los ladrones salieron de la tienda sin apoderarse de la recaudación y se montaron en un coche de color rojo que tenían perfectamente aparcado. Nadie se fijó en la matrícula. "Desde luego, chinos no eran por la forma de hablar. Uno de ellos era alto y el otro algo más bajo", señaló Elisa, sobrina de la víctima. "Mi tío tenía mucho genio y seguro que no pudo soportar que le arrebataran todo el dinero", añadió.

Una enfermera del hospital Clínico que regresaba a su casa tras estar trabajando auxilió a la víctima hasta que llegó una UVI móvil del Samur-Protección Civil. Entonces ya tenía el pulso muy débil. Los médicos le apreciaron una profunda herida inciso-contusa en la zona lumbar, por lo que, tras estabilizarlo, le trasladaron a la clínica de La Concepción. La gravedad de la cuchillada que sufrió le produjo una hemorragia interna. Murió sobre las tres de la madrugada de ayer.

El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia. Mientras, la tienda permanecía cerrada. En la puerta estaban la treintena de barras de pan que diariamente recibía en el local. Sobre las 15.30 de ayer llegaron la esposa y los dos hijos del fallecido para recoger la tienda. Visiblemente afectados, no lograban entender la pérdida de Xu. Aún mantenían los ojos llorosos y no lograban articular palabra. La famililia no descarta repatriar el cadáver a China, donde vive su madre y dos hermanos.

La viuda del comerciante chino observa la sangre y los destrozos registrados en el local durante el atraco.
La viuda del comerciante chino observa la sangre y los destrozos registrados en el local durante el atraco.BERNARDO PÉREZ

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