Lo que cuesta ser adolescente

Objetivos: Vestido de fiesta. Peluquería. Maquillaje. Zapatos. Entrada a la fiesta de Nochevieja. Traslado a la fiesta. Chocolate con churros. Regalos. Cines. Meriendas. Presupuesto: lo que salga de los bolsillos de papá y mamá. Las navidades para un adolescente madrileño salen caras. O, por lo menos, contribuyen a vaciar los monederos de sus padres, que suelen ser los que corren con los gastos. Por poner un ejemplo, una chica dedica como mínimo unos cien euros en prepararse para salir de marcha en Nochevieja.

Tiendas como Zara, Cortefiel o Mango sufren estos días un continuo trasiego de chicas aún con acné que salen y entran de los probadores, muchas veces sin comprar nada. Las vendedoras no dan abasto persiguiendo a las adolescentes y colocando y doblando los vestidos y camisetas que las jóvenes dejan desordenados.

Como una adolescente más, Montse Navarro Portillo, de 17 años, que vive en Moraleja de Enmedio, elige la ropa que comprará para la Nochevieja en dos enormes centros comerciales: Xanadú, en Arroyomolinos, y Parquesur, en Leganés. "No me gustan los vestidos muy puestos, así que optaré por un pantalón negro y una camiseta un poco elegante", cuenta esta adolescente, que viste ropa de marca: jersey de Ralph Lauren y pantalones de Miss Sixty. Gasto del vestuario de Nochevieja: 100 euros. Todo se lo paga su madre, Pepi. "Lo pago yo. Ella nunca ha tenido paga fija, sino que le doy según necesite", cuenta esta mujer mientras pasa una camiseta blanca con dorado al probador de la tienda donde se está cambiando su hija.

La ropa comprada tiene, por supuesto, un fin: lucirla en Nochevieja. Montse, que estudia segundo de bachillerato en el colegio Virgen de la Vega de Fuenlabrada, ya tiene pensado dónde pasará la última noche del año: en el pabellón de su pueblo, Moraleja de Enmedio. Normalmente esta chica tiene como hora tope para volver el fin de semana las 3.00. En Nochevieja ese límite se prolonga hasta las 8.00. Antes de decantarse por la fiesta de Moraleja, Montse preguntó en varios locales de Fuenlabrada, localidad por la que suele salir de marcha con sus amigos. Pero los precios eran demasiado caros: 45 euros la entrada. En Moraleja la entrada a la fiesta que organiza el Ayuntamiento es gratuita, y luego cada consumición cuesta unos tres euros.

Su madre se ha quedado tranquila al saber que se queda de fiesta por el pueblo. "A mí las fiestas grandes me dan miedo... sobre todo cuando salen a Fuenlabrada. Por la droga, por las pastillitas que les pueden dar", comenta, inquieta. La hija, mientras, niega con la cabeza. "A mí nunca me han ofrecido nada por ahí", asegura. Pepi asume los gastos que genera Montse y su otra hija, de 13 años, con un solo sueldo: el de su marido.

A los gastos de estas navidades Montse suma uno habitual, el del móvil. Eso sí, tiene prohibido pasarse de 15 euros de factura al mes. Si lo hace, su madre tiene claro que, en este caso, sí que le recortará los gastos.