Objetos encontrados
La Oficina de Objetos Perdidos de Valencia realizó unos 20.000 hallazgos en 2002
-Buenos días, venía a ver si han encontrado una carpeta azul.
-¿Donde la perdió?
-La semana pasada, en el autobús.
-Pues hay varias carpetas, pero ninguna como usted dice.
Esta conversación se repite cada día en la Oficina de Objetos Perdidos de Valencia. Mucha gente pasa para ver si han encontrado sus gafas, paraguas o libros. Objetos cotidianos que cada vez más, se quedan olvidados en el metro, el bus o las grandes superficies. Aunque en algunas ocasiones no suelen ser tan comunes.
"Se dejan olvidadas hasta muletas, e incluso, un televisor. Mire, tenemos bicicletas, un peluche gigante, una guitarra, todo lo que se pueda imaginar", explica el oficial Santamaría responsable de la oficina.
"Ahora estamos informatizados y los almacenes, aunque se van llenando, están más organizados", relata mientras va enseñando cajas y cajas llenas de gafas, ropa, carteras, radiografías... "Las radiografías solemos remitirlas a los hospitales o al médico, si llevan alguna etiqueta. Lo mismo hacemos con las carteras. Si tienen documentos, mandamos una carta al dueño para que venga a recogerla", aclara
Cuando se trata de ropa o gafas la cuestión se complica. "Estas cajas están llenas de gafas de sol y éstas de graduadas. Hay quien viene y empieza a probarse y se lleva las que mejor le parecen. A más de una persona hemos tenido que decirle que ya estaba bien, que ya se había llevado cuatro o cinco pares", explica.
Pero también se olvidan objetos mucho más curiosos, "¡Las muletas!", insiste el oficial. "Digo yo que, si lo hacen, quiere decir que ya se encuentran bien", ironiza, y añade: "Incluso un día vino un señor preguntando si habíamos encontrado su sonotone". Cascos de motoristas, llantas de coche, taladradores e instrumental de construcción suelen ser objetos robados, según el policía. Lo mismo ocurre con los carritos de bebé. "De momento, no nos han traído ningún bebé perdido", bromea.
Todos los objetos se guardan en sus cajas correspondientes y quedan clasificados durante dos años. Es lo que manda la ley. Si en ese tiempo nadie los reclama, se hacen donaciones. "Si es ropa, muletas, bastones o paraguas los entregamos a la Casa de la Caridad", indica. Si son cámaras de fotos, radios o teléfonos móviles, se entregan a alguna ONG.
Atención aparte reciben otro tipo de objetos como las joyas, los relojes y la bisutería. Los objetos de valor se guardan en una caja fuerte y luego se exponen. Sobre todo suele venir a reclamarlos gente a la que han robado.
En cualquier lugar puede aparecer cualquier cosa, aunque los sitios más comunes y los que suelen traer hasta aquí cajas y paquetes de cosas de todo tipo son la Feria de Muestras, El Corte Inglés y, sobre todo, la EMT.
Sólo en el 2002 entraron en la oficina más de diez mil objetos documentados y otros tantos sin documentar y 16.415 fueron devueltos a sus dueños. "Hay épocas del año", relata el oficial, "que se multiplican las pérdidas, como en Navidad, y sobre todo, en Fallas. En esos días nosotros estamos de guardia permanente para que cualquier visitante que pierda la documentación pueda venir aquí a buscarla".
Pero cuando se ha perdido algún objeto hay que esperar a que pasen, por lo menos, unas horas. "Hay gente que, a la media hora de haber perdido la cartera, ya está aquí para buscarla, y en cambio, hay otras personas que, aunque les mandes una carta y les digas que podemos remitirle la documentación que han perdido, son incapaces de contestar", se lamenta.
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