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LA POSGUERRA DE IRAK

Los kurdos reclaman la anexión de la zona petrolera de Kirkuk

Miles de personas piden en las calles el control de los yacimientos más ricos del norte de Irak

Miguel González

Miles de kurdos recorrieron ayer las calles de la ciudad de Kirkuk, 260 kilómetros al norte de Bagdad, para reclamar la incorporación de esta provincia, que posee los mayores yacimientos petrolíferos del norte de Irak, a la región autónoma del Kurdistán. En la manifestación, apoyada por todos los partidos kurdos, el grito más coreado fue "Kirkuk, corazón del Kurdistán" y sólo ondearon banderas kurdas, con una franja verde en vez de la negra de la enseña iraquí.

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Los cinco representantes kurdos en el Consejo de Gobierno de Irak, tutelado por EE UU, han presentado un proyecto de ley que propone una estructura federal para el nuevo Estado iraquí, con Kirkuk incluida en la región kurda.

El oro negro de Kirkuk amenaza con convertirse en manzana de discordia entre los kurdos, aliados de Washington en la invasión del país, y las nuevas autoridades de Bagdad. Los dos partidos kurdos, la UPK (Unión Patriótica del Kurdistán) y el PDK (Partido Democrático del Kurdistán), históricamente enfrentados, se han unido en esta reivindicación. "Reclamamos la devolución de Kirkuk al Kurdistán", se leía en la pancarta que abría la manifestación de ayer.

Jalal Talabani, máximo líder de la UPK, asegura que los kurdos reivindican Kirkuk por sus lazos históricos y no por el petróleo. Lo cierto es que las regiones autónomas kurdas reciben desde 1991 los ingresos de los pozos bajo su control y éstos se incrementarían notablemente si incorporasen Kirkuk.

En la provincia de At Tamin, cuya capital es Kirkuk, viven 550.000 habitantes, de los que más de la mitad son kurdos, aunque hay una importante minoría árabe, además de turcomanos y cristianos. Desde los años setenta, y sobre todo tras la sublevación kurda de 1988, el régimen de Sadam impulsó la arabización para asegurarse su fidelidad. Según Faranan Akathman, presidente de la Oficina de los Derechos Humanos de los Deportados, unas 50.000 familias kurdas fueron expulsadas de Kirkuk, mientras que 80.000 familias árabes, procedentes del centro y sur del país, ocuparon su lugar.

Tras la caída del régimen se está produciendo el fenómeno inverso. Casi 6.000 kurdos han regresado y otros miles esperan a que se les facilite un alojamiento, asegura Akathman. En cambio, muchos árabes, cuyo número nadie sabe cuantificar, han emprendido el éxodo. "Los que se van no son los que vivimos aquí desde siempre", asegura Abdel Mahmud, un árabe cuyos antepasados nacieron en Kirkuk, "sino los que llegaron con Sadam. Tienen miedo porque ya no cuentan con la protección del Gobierno". Los vecinos consultados, árabes y kurdos, aseguran que las relaciones son buenas, pero admiten que muchos árabes se están yendo. "No preguntéis a un árabe en la calle, porque saben que los kurdos les están escuchando", comenta al oído del traductor un joven, que se aleja sin identificarse.

En teoría, no hay peshmergas -combatientes kurdos- en la ciudad, pero ayer se les podía ver protegiendo la manifestación. El gobernador de la provincia es el kurdo Abad al Rahman, mientras que su número dos, Asmaal al Haaded, es árabe. También es kurdo el jefe de la policía.

Por otra parte, dos soldados norteamericanos murieron ayer y dos resultaron heridos al estallar una bomba al paso de su convoy en las cercanías de Bagdad. También falleció un intérprete iraquí. Las víctimas mortales entre los militares estadounidenses se elevan a 202 desde el pasado 1 de mayo.

Miles de kurdos exigen en Kirkuk la incorporación de esta ciudad a la zona autónoma del Kurdistán.
Miles de kurdos exigen en Kirkuk la incorporación de esta ciudad a la zona autónoma del Kurdistán.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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