Elkarri reúne a miles de personas en Bilbao para pedir diálogo

Miles de personas recorrieron ayer la calles de Bilbao tras la pancarta "Diálogo ya entre todas las propuestas". La manifestación convocada por Elkarri, Movimiento Social por el Diálogo, contó con una gran presencia del nacionalismo y del Gobierno vasco y una presencia testimonial de los socialistas. El PP no acudió a la marcha. En el discurso final, Elkarri pidió a ETA que deje la violencia y al PP que no "anule" el proceso de diálogo sobre el marco de convivencia. Batasuna estuvo representada por la parlamentaria Jone Goirizelaia.

La manifestación en silencio, sólo roto por los aplausos, partió de la plaza de La Casilla y terminó en el Ayuntamiento bilbaíno. Precisamente en este lugar, Jonan Fernández, coordinador de Elkarri, leyó, primero en euskera y luego en castellano, un documento en el que pidió el diálogo y el respeto de los derechos humanos "para todas las personas, al margen de sus ideas y ya estén en libertad o en la cárcel". Fernández dedicó también sus primeras palabras a ETA, a quien dijo que que escuche a la sociedad y ponga "fin a la violencia".

La peor parte de las críticas se las llevó el Partido Popular. El análisis de Elkarri concluye que se ha abierto un "tiempo de esperanza", un debate sobre el marco de convivencia en "distintos sectores políticos y en distintos territorios". Así, mencionó a Cataluña, Galicia y Andalucía. Fernández considera que la sociedad vasca debe entrar "en positivo" en este debate. Elkarri alertó, sin mencionarlo, sobre el PP, de quien dijo que busca anular el debate "a cualquier precio". "Patrimonializan la Constitución, decretan una interpretación única de la misma, imponen unilateralmente una modificación del Código Penal con la exclusión de toda la oposición, demonizan a sus adversarios políticos, criminalizan sus propuestas, no aceptan la diferencia, se saltan la división de poderes, utilizan la justicia de modo partidario o instrumentalizan los medios de comunicación", dijo Fernández.

El final de su discurso fue un soplo de apoyo al lehendakari, Juan José Ibarretxe, al decir que si persiste la anulación del diálogo habrá que hacer una "consulta ciudadana que desbloquee la situación". Así pidió al Gobierno español: "Abran las puertas del diálogo".

La

vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, y los consejeros de Sanidad, Gabriel Inclan; Justicia, Joseba Azkarraga, y Agricultura, Carlos Saenz de Samaniego, aplaudieron desde las primeras filas las palabras de Elkarri. A la manifestación también acudieron miembros de la dirección de los tres partidos del Gobierno vasco, PNV, IU y EA. Todos ellos pidieron el diálogo como forma de solución del problema. Asistieron también los diputados generales de Vizcaya, José Luis Bilbao, y Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri. Entre los manifestantes estaban también la parlamentaria socialista Gemma Zabaleta y el miembro de la ejecutiva del PSE-EE Melchor Gil. Ninguno de los dos hizo declaraciones. También entre los manifestantes se encontraba Goirizelaia (una presencia inesperada), quien dijo que su grupo está donde se apueste por el "diálogo, la negociación y el reconocimiento de los derechos".

A lo largo de todo el trayecto se instalaron mesas para que los manifestantes pudieran firmar la iniciativa popular que Elkarri quiere llevar a los parlamentos vasco y navarro para crear un foro de diálogo multipartido.

A mitad de la manifestación, el responsable de prensa de Idoia Zenarruzabeitia paró unos minutos la marcha y sacó de detrás de la pancarta para hablar con la prensa a las viudas de dos víctimas de ETA, Rosa María Rodero, esposa del ertzaina Joseba Goikoetxea, y Cristina Sagarzazu, mujer del también ertzaina Montxo Doral. Ambas hicieron un llamamiento al diálogo para solucionar el problema vasco y que todos los partidos se pongan a dialogar.