_
_
_
_

Putin busca rivales para las elecciones presidenciales de marzo próximo

La popularidad del presidente ruso y la aplastante victoria de sus aliados en las elecciones legislativas del 7 de diciembre han creado un insólito problema al jefe del Estado: Vladímir Putin no tiene un rival decente con quien competir en las presidenciales de marzo. Por ello, el Kremlin ha comenzado a buscar posibles candidatos que puedan representar una alternativa a la derecha y la izquierda del presidente, y dar de este modo credibilidad democrática al proceso.

Grigori Yavlinski, el líder del partido liberal Yábloko, es uno de los elegidos por el entorno de Putin. Desde la Administración presidencial hay presiones para que abandone la idea de boicotear los comicios y acepte competir por la jefatura del Estado.

El periódico Gazeta titulaba ayer en primera página con la noticia de que Yavlinski había sido llamado al Kremlin el miércoles por la noche. El objetivo es claro: convencerlo para que se presente. El diario, que cita "una fuente próxima a la Administración", sostiene que "todo transcurrió en el más absoluto secreto". En el Yábloko niegan incluso que su líder haya ido a la plaza Roja.

Por el momento, Yavlinski se resiste y no ha prometido nada. Pero muchos piensan que puede claudicar a cambio de un importante puesto en el Gobierno después de las presidenciales, que Putin ganará sin lugar a dudas. Oficialmente, Yavlinski declaró esta semana que no desea participar en los comicios por considerar que no son democráticos.

Problemas en la izquierda

No sólo la derecha amenaza con no presentar candidato; también los comunistas están acariciando la idea de boicoteo. Verdad es que llenar el vacío de la izquierda es más fácil para el Kremlin. Tienen en la recámara a Serguéi Gláziev, el líder de Ródina, movimiento que obtuvo un inesperado éxito en las parlamentarias (el 9,02% de los votos). Gláziev había sido elegido diputado en la anterior legislatura por el Partido Comunista, al que, a instancias del Kremlin, traicionó para fundar Ródina.

Esta organización de lenguaje izquierdista y nacionalista les quitó muchísimos electores a los comunistas, cuya votación, según los datos oficiales dados a conocer ayer, se redujo casi a la mitad, al 12,61% (en las legislativas anteriores, de 1999, había obtenido más del 24%). Nadie duda de que si el Kremlin le pide que se presente a las presidenciales, Gláziev lo hará con mucho gusto.

Mientras tanto, Rusia Unida, el gran triunfador de las legislativas del 7 de diciembre, ha decidido crear una única facción y no dividirse en grupos, como sucedió en la Duma saliente.

El partido pro-Putin tendrá aparentemente los dos tercios de los escaños -lo que le permitirá modificar la Constitución, si así lo desea el Kremlin-, ya que una serie de diputados de otras formaciones -como el también progubernamental Partido Popular, que ganó más de una decena de escaños en las circunscripciones nominales- ha pedido su ingreso en la facción de Rusia Unida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_