Camps y Zaplana desfilan en procesión

Volteo de campanas, una gran mascletà, fuegos artificiales y procesión religiosa. Juntos en procesión desfilaron ayer en Alicante el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, y el ministro Portavoz y de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, en el acto religioso con el que se celebró anoche la apertura de la Iglesia de Santa María de Alicante tras el fin de las obras de rehabilitación.

Presidente y ministro en "comunión", como dijo el Obispo Victorio Oliver, desfilaron junto al resto de la comitiva oficial desde la Concatedral de San Nicolás hasta la Iglesia de Santa María, con el fin de hermanar a los dos centros religiosos que en el siglo XVIII tuvieron una pugna en Alicante por obtener el título de colegiata, finalmente obtenido por la primera.

El evento despertó poco entusiasmo entre los alicantinos, ya que sólo se sumaron a la procesión unas trescientas personas. La iglesia se llenó de autoridades eclesiásticas y civiles. Junto a la multitud de cargos del PP, que arroparon a su presidente regional y al presidente del Consell, también se sumaron representantes de la Caja de Ahorros de Mediterráneo, empresarios y el rector de la Universidad de Alicante, entre otros.

El obispo, Victorio Oliver, quiso agradecer "el esfuerzo" que han realizado las administraciones para la rehabilitación de la Iglesia de Santa María, que reabrió ayer su puerta principal tras una restauración que ha durado casi dos años y que ha supuesto una inversión de tres millones de euros.

La restauración ha permitido recuperar la totalidad de las fachadas de esta iglesia del casco histórico de Alicante, construida a comienzos del siglo XIV, y que se encontraban en un estado de deterioro muy avanzado. Los trabajos más laboriosos de recuperación y conservación se han localizado en las portadas barrocas realizadas en 1721, que habían perdido parte de sus cornisas y elementos ornamentales.

Entrega de llaves

A las ocho de la tarde se celebró el rito de la apertura del templo restaurado con la entrega de llaves al obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Victorio Oliver, y la posterior apertura de la entrada por parte del presbítero de la Iglesia de Santa María, Antonio Vivó, que coincidió con un ruidoso volteo de las campanas y de una mascletà, similar a las de les Fogueres en potencia, lanzada desde el parque de La Ereta, en la ladera del castillo de Santa Bárbara.

Acto seguido, el obispo ofició una eucaristía tras la cual se realizó el acto de clausura con la firma de un acta por parte de Oliver, Camps, Zaplana y el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, acompañado de su esposa, Elisa González, ya que ambos actuaron de padrinos de la celebración. El acto concluyó con la interpretación del himno de Alicante y del Himno de Coronación de la Virgen del Remedio, patrona de la ciudad.