El tripartito catalán acusa al PP de mentir y lamenta el "mal perder" de Artur Mas

El Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa Verds-Esquerra Unida (ICV-EUiA), que a partir del lunes gobernarán juntos la Generalitat de Cataluña, acusaron ayer al PP de "mentir" sobre su programa de gobierno y se mostraron alarmados por las apelaciones de Manuel Fraga a la misión del Ejército como garante de la unidad territorial. La izquierda catalana acusó también al todavía conseller en cap, Artur Mas, de "mal perder". Maragall, cuyo nombramiento se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado, tomará posesión mañana.

El miércoles, José María Aznar se despidió del Congreso cargando contra el tripartito catalán y lo lanzó además contra el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien tachó de "insolvente". Maragall todavía no es presidente de la Generalitat -tomará posesión mañana- y el nuevo Gobierno autonómico no empezará a trabajar hasta el lunes, pero el PP ya ha dejado claro que seguirá muy de cerca su evolución y que la supuesta dependencia de los socialistas respecto de Esquerra Republicana será un argumento de peso en la campaña para las generales. Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, recordó incluso que la Constitución encomienda a las Fuerzas Armadas la defensa de la integridad territorial de España.

Los partidos que formarán el nuevo Ejecutivo catalán empezaron a actuar como un mismo bloque y respondieron con indignación a las críticas del PP. José Montilla, primer secretario de los socialistas catalanes, acusó al PP de "mentir" con el fin de "distorsionar el acuerdo tripartito de gobierno en Cataluña". "Los dirigentes del PP parecen más interesados en crispar y confrontar los diversos territorios que en cohesionarlos", aseguró.

El futuro conseller en cap, el republicano Josep Lluís Carod, pidió "respeto" al nuevo Gobierno y emplazó a los suyos a "ponerse a trabajar" sin caer en lo que juzgó como "provocaciones. "Haremos toda la pedagogía que haga falta, pero el trabajo más importante es que el país funcione", subrayó.

Joan Herrera, portavoz de ICV y cabeza de lista para las generales, considera que el Gobierno del PP "lleva la situación al límite". A su juicio, el Ejecutivo de Aznar es "el más reaccionario que ha tenido nunca este país".

El recordatorio de Fraga a la función del Ejército atribuida a la Constitución fue recibida con preocupación por los tres partidos. Montilla consideró "patéticas" las advertencias, pero representativas de las posiciones de su partido: "Este PP recuerda la peor cara de la derecha española que llevó este país a la tragedia", afirmó.

"Energúmeno político"

Más contundente aún se mostró el portavoz de Esquerra, Joan Ridao, quien dijo que el PP quiere emprender una "cruzada nacional" y calificó las palabras de Fraga de "propias de un energúmeno político". Herrera las consideró "brutales". En cambio, el presidente del PP catalán, Josep Piqué, quitó hierro a la polémica, recordó que la Constitución "no se puede trocear" y pidió que las declaraciones se sitúen en el contexto de "una larguísima y muy positiva trayectoria histórica".

Los integrantes del futuro tripartito también reaccionaron en cascada contra el convergente Artur Mas. El dirigente nacionalista les acusó el miércoles de "sembrar la semilla de la discordia" en Cataluña durante un acto al que asistieron más de 2.500 personas. La izquierda le tachó ayer de "resistencialista" y atribuyó sus palabras a su "mal perder".

El Boletín Oficial del Estado y el Diario Oficial de la Generalitat publicaron ayer el cese de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat y el nombramiento de Pasqual Maragall. La toma de posesión será mañana, en un acto al que asistirán los máximos dirigentes del PSOE. Maragall ha invitado a todos los presidentes de comunidades autónomas, pero ayer sólo habían confirmado su asistencia los de Aragón, Andalucía y Asturias, gobernadas por el PSOE. Al menos dos militantes del PP acudirán: la ministra de Administraciones Públicas, Julia García-Valdecasas, y el líder regional, Josep Piqué. El nuevo presidente catalán ultimará hoy su gobierno, para el que ya están decididos los miembros de ERC y de ICV.