Todos los niños muertos en accidente este año viajaban sin protección

A pesar de que el número de víctimas mortales en las carreteras catalanas se ha reducido en lo que llevamos de año el 12% en comparación con 2002, las cifras que ayer dio a conocer el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) muestran que todavía queda mucho por hacer en el terreno de la prevención. De los nueve niños menores de 12 años que han muerto por accidente de tráfico en Cataluña este año, ninguno llevaba sistema de seguridad.

El uso de los llamados sistemas de seguridad pasivos, como el casco o el cinturón, tanto en adultos como en niños no mejora en la comparativa que ha realizado Tráfico. En cuanto a los menores de 12 años, de los 726 que se han visto involucrados este año en algún accidente de tráfico, el 78% viajaba sin ningún tipo de protección. La cifra es mucho más dramática si sólo se observa el apartado de los niños fallecidos: todos iban desprotegidos. "Estamos muy lejos de llegar a lo que sería una situación normalizada", afirmó el director en funciones del SCT, Joan Delort.

Las cifras de los adultos, aunque son menores, no dejan de ser "preocupantes", sostiene el SCT. El 16% de los conductores de motocicletas y ciclomotores no llevaban casco y el 39% de los fallecidos en turismos viajaban sin ningún tipo de protección.

El número de muertos y heridos graves se ha reducido este año (hasta el día 17 de diciembre) el 14% en relación con el mismo periodo de 2002. Cuando falta un año para que termine la aplicación del Plan Catalán de Seguridad Viaria, el SCT casi ha logrado alcanzar su objetivo: reducir en un 15% el número de muertos y heridos graves en el periodo 2002-2004 en relación con los datos de 2000. Con estas cifras en la mano, Delort se preguntó: "Si en dos años hemos logrado reducir la siniestralidad en un 14%, ¿qué nivel de reducción tendríamos ahora si no hubiésemos sido los únicos en aplicar un plan de este tipo?". "Todavía estamos lejos de acercarnos a las buenas cifras de países como Suecia, Holanda y Francia", añadió.

Para reducir la todavía demasiado alta siniestralidad, Delort señaló que la atención se debe poner en el control de la velocidad, de la alcoholemia y en el fomento del uso de sistemas de seguridad pasiva. Durante todo este año, los Mossos d'Esquadra han realizado casi 370.000 tests de alcoholemia, el 34% más que en 2002. A pesar del incremento, el número de controles que han dado positivo se ha reducido en un 2%. En total, el 4% resultó positivo, dos puntos menos que en 2002. "Todavía es demasiado", dijo Delort, "pero poco a poco estamos empezando a ganar la lucha contra el alcohol en la conducción".

Más controles y denuncias

Con la velocidad, sin embargo, no ocurre lo mismo. Aumentan casi en la misma medida los controles realizados (57%) y las denuncias (55%). "Estamos muy, muy lejos de tener este factor bajo control", aseguró Delort, quien añadió: "Seguimos corriendo demasiado, y lo hacemos en zonas con congestión y con mala visibilidad, donde el peligro es mucho mayor".

Delort volvió a reclamar para la Generalitat de Cataluña plenas competencias en materia de tráfico y la instauración del carnet por puntos. El director en funciones del SCT considera que sería necesario que en las escuelas de primaria se creara un crédito obligatorio de educación viaria y que los conductores, sobre todo los profesionales, recibieran cursos de reciclaje. Además, Delort también se mostró a favor de intercambiar las sanciones de los infractores reincidentes por cursos de reciclaje.