EE UU busca a los héroes de la captura
Para un país enamorado de las hazañas personales, la captura de Sadam Husein no podía culminar su proceso de saturación mediática sin aportar el nombre de algún héroe a la constelación de estrellas militares. Existe por eso un nuevo deporte en los medios estadounidenses: encontrar a los soldados que localizaron el zulo del ex presidente iraquí. El Pentágono mantiene en secreto sus nombres, pero los padres de algunos de ellos no han podido evitar presumir de su hijo.
El estilo de la narración patriótica lo marcó el hombre de George W. Bush en Irak, Paul Bremer, que ante los ojos de los estadounidenses ya nunca volverá a ser un diplomático con aspecto de ejecutivo a punto de aprobar una regulación de empleo. Bremer y su señoras y señores: lo tenemos transformó en gesta el resultado de la Operación Amanecer Rojo, que hasta hace unos días sólo era el título de una penosa película de Patrick Swayze en la que el Ejército de EE UU se defendía -con éxito, obviamente- de una invasión soviética.
Jon Stewart, un cómico liberal que presenta el Daily Show, sugirió a Bremer una manera alternativa de anunciar la captura: "Señoras y señores: después de una guerra que ha dejado miles de muertos y que se cobra soldados estadounidenses cada día, por fin hemos capturado al hombre que no tuvo nada que ver con el 11-S".
Ésa no es la corriente que triunfa. "El tirano está prisionero", dijo Bremer. "El dictador ya no volverá a masacrar a su pueblo", remató Bush. Son mensajes de consumo rápido para un país en el que, al fin y al cabo, la cadena de más audiencia es Fox News, cuyos presentadores se refieren obligatoriamente a Sadam como "el carnicero de Bagdad" y hablan de los suicidas como "los idiotas que saltan por los aires". Sus contertulios todavía salivan cuando recuerdan cómo, según otra leyenda, el primer soldado que tocó a Sadam dijo: "Recuerdos del presidente Bush".
Bremer y Sánchez
Bremer es un héroe en EE UU, como lo es su pareja militar, el teniente general Ricardo Sánchez, el hispano de mayor rango en el Ejército de este país. Sánchez triunfa más por su posición que por su lenguaje; es un hombre comedido y con los pies en el suelo, sin tendencia al triunfalismo. Otros, en cambio, parecen empeñados en que sean sus palabras y no sus hechos las que permitan abrirles hueco en la pantalla. Es el caso del coronel James Hickey, al mando de la expedición que terminó con la captura. Según su relato, Sadam estaba agazapado "en un agujero de rata". Otro mando de la operación, el general Ray Odierno, habló apasionadamente de cómo capturar a Sadam es "como cortarle la cabeza a la serpiente".
Si se desciende en el escalafón hasta el soldado raso, la lista de héroes va a ser interminable porque lo son aparentemente los 600 que participaron en la operación. Cada medio local busca a alguno en su comunidad, como el sargento Larry Wilson, que es un héroe en Aberdeen (Carolina del Norte) porque envió a sus padres una foto junto al agujero de Sadam.
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