Maragall tiende la mano al PP en su investidura como presidente de Cataluña

El socialista Pasqual Maragall fue investido ayer presidente de la Generalitat de Cataluña con los 74 votos de las fuerzas que integrarán el futuro Gobierno tripartito -Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa Verds-Esquerra Unida (ICV-EUiA)- y la oposición de CiU y PP. El dirigente socialista dio un trato deferente a los conservadores, algo que nunca había hecho Jordi Pujol en sus 23 años de mandato, y emplazó a su líder, Josep Piqué, a trabajar juntos en la reforma del Estatuto catalán. Maragall aseguró a los representantes del PP que no dejará que nadie ponga en duda "su catalanidad".

El presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, presentará hoy al Rey la propuesta de nombramiento de Maragall. Ayer, el presidente electo se comprometió a gobernar "para todos" y a ser enormemente respetuoso con la Constitución, "tanto o más que aquellos que modifican el Código Penal de una manera que no se puede considerar de acuerdo con la Constitución".

En su intervención, Maragall insistió en incorporar a Piqué y a los 15 diputados del PP en el acuerdo para la reforma del Estatuto y del sistema de financiación: "Queremos que estén presentes en el gran acuerdo nacional para el autogobierno y la financiación". Piqué adoptó un tono distendido y más dialogante que los dirigentes nacionales de su partido, aunque acusó a Maragall de ser un "instrumento en manos de ERC".

El debate entre Maragall y Artur Mas fue más tenso. El dirigente nacionalista advirtió de que CiU elevará al máximo el listón del nuevo Estatuto para poner a prueba las promesas del líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que anunció que el PSOE respetaría en el Congreso el texto estatutario y el sistema de financiación que apruebe el Parlamento catalán.

El republicano Josep Lluís Carod justificó el pacto tripartito para evitar que en Cataluña se instale un "empate infinito" entre nacionalistas y no nacionalistas. Por su parte, el dirigente de ICV, Joan Saura, definió el nuevo Ejecutivo como el de la "Cataluña popular".