Bruselas admite que el nuevo Gobierno catalán afectará al trasvase del Ebro
PSC, ERC e ICV advierten por carta a la comisaria de Medio Ambiente de su rechazo al PHN
La comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstroem, reconoció ayer que la formación de un nuevo Gobierno en Cataluña, cuyos partidos integrantes están a favor de paralizar el Plan Hidrológico Nacional (PHN), "puede afectar a las decisiones sobre este plan, que va evolucionando". Wallstroem prometió la "neutralidad" de Bruselas en el rifirrafe político que ha desatado el PHN en España. Wallstroem ha recibido una carta del PSC, ERC e ICV en la que le advierten la determinación del futuro Ejecutivo catalán de revisar el trasvase del Ebro.
Los comisarios europeos de Medio Ambiente y de Política Regional, Margot Wallstroem y Michel Barnier, respectivamente, destacaron ayer el "diálogo constructivo" que mantienen con el Gobierno español en torno al Plan Hidrológico Nacional (PHN) y subrayaron que Bruselas no aceptará "presiones" de ningún sector. En su primera comparecencia sobre el PHN ante la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Wallstroem admitió: "Lo que está pasando en Cataluña [en alusión al nuevo Gobierno que se formará en los próximos días tras la investidura, ayer, de Pasqual Maragall] puede afectar a las decisiones sobre este plan, que va evolucionando".
Una carta firmada por Miquel Iceta (PSC), Josep Huguet (ERC) y Joan Boada (ICV) llegó a las manos de Wallstroem en la víspera de esta comparecencia, en la que los comisarios europeos explicaron que el plan sigue pendiente de análisis en un proceso que quiere asegurar el cumplimiento de las directivas comunitarias, sobre todo en materia medioambiental. "Se ha hablado" de los efectos sobre el trasvase del Ebro y sus costes que tendrán las decisiones que tome el nuevo Gobierno autónomo, admitió la comisaria. "El Gobierno español tendrá que acomodar este asunto", añadió, "deben estar incluidas todas las partes, y yo debo ser neutral".
Los integrantes del nuevo Ejecutivo de Maragall dieron el paso con "premura", aun antes de que el Gobierno se constituya, aprovechando esta primera comparecencia, y en su carta reclaman que Bruselas "se tome un tiempo de reflexión antes de aprobar la aplicación de fondos europeos para obras que el próximo Gobierno de Cataluña quiere revisar". El grupo de Los Verdes-Alianza Libre Europea apoya la iniciativa del nuevo tripartito catalán de oponerse al trasvase.
No a las "presiones"
Pero los comisarios avanzaron que "es muy difícil que la Comisión presente soluciones inmediatas" respecto a la cofinanciación del PHN, ya que "está en juego" el principio de "sostenibilidad". "No hay todavía fondos comunitarios para trasvasar el Ebro porque queremos asegurarnos de que cumple las directivas", aseguró Wallstroem.
La comisaria advirtió también que no aceptará "presiones" en torno al proyecto. "Hasta el momento se ha intentado fijar una hoja de ruta para el PHN español, pero todo está en estudio", afirmó. Tanto Wallstroem como Barnier insistieron en la "colaboración" del Gobierno español, que presenta lo que se le pide "y mantiene un diálogo constructivo", aunque "no siempre ha sido fácil por la situación política tan tensa".
La comisaria comenzó reconociendo que el asunto tiene mucha carga política en España y anunció que la Comisión ha recibido desde 2001 "muchísimas quejas" con respecto al trasvase, 15 individuales y 32.000 de formulario genérico. Sus servicios no han encontrado motivo para abrir procedimientos de infracción.
Lo que más interesa a Bruselas es el cumplimiento de las directivas comunitarias, lo cual ha llevado a que algunos proyectos incluidos en el PHN hayan sido modificados por el Gobierno español. Como ejemplo, Wallstroem citó: "El PHN decía que las aguas del Ebro iban a ir al Júcar. Eso era una infracción. El Gobierno enmendó la propuesta para decir que no habrá trasvase al Júcar". También señaló que queda excluido que el agua del Ebro sea empleada para regar campos de golf y que se han aumentado los tramos que discurrirán en túnel para evitar impactos ambientales. "El trasvase podría tener impacto negativo sobre las aves del delta del Ebro y en las zonas receptoras", dijo la comisaria, pero también "es cierto que puede ser una ventaja para el delta [en referencia al plan integral para recuperarlo] y que podría haber beneficios. No hay mal que por bien no venga".
Wallstroem se dijo preocupada por cuestiones todavía sin solventar, como un análisis pormenorizado del impacto del cambio climático en el futuro caudal del Ebro y los estudios sobre el caudal necesario para permitir un trasvase.
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