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Schröder, Chirac y Blair quieren limitar al 1% del PIB el dinero destinado a la UE

El fracaso de la última cumbre pone en riesgo los fondos europeos para España

Carlos Yárnoz

Sólo a 48 horas de que España y Polonia fueran señalados como los responsables del estrepitoso fracaso de la pasada cumbre europea, se ha materializado la primera amenaza. Los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, Austria y Holanda, contribuyentes netos al presupuesto de la Unión, enviaron ayer una carta a Bruselas en la que exigen que el dinero destinado a las arcas comunitarias para el periodo 2007-2013 se mantenga en el 1% del PIB de toda la UE pese a la ampliación en ciernes. Los fondos europeos para Polonia y España serán, sin duda, los más perjudicados.

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La breve pero contundente Carta de los Seis llega en plena crisis de la Unión, que el fin de semana ha visto frustrada su intención de pactar una primera Constitución para Europa por culpa de España y Polonia, según afirmaron el sábado el canciller alemán, Gerhard Schröder y el presidente francés, Jacques Chirac. Las veladas amenazas de que los dos países lo pagarían en severos recortes en los fondos europeos que en teoría les corresponden se concretaron ayer. La carta, en efecto, lleva fecha de ayer, aunque fuentes británicas precisaron que ya estaba en preparación días atrás.

Se refiere la misiva a las próximas Perspectivas Financieras de la UE, que deben entrar en vigor en 2007 para sustituir a las actuales (2000-2006). El mes que viene, la Comisión debe presentar una primera propuesta y los seis se han dirigido al presidente del Ejecutivo comunitario, Romano Prodi, diciéndole que ese marco financiero plurianual "debería establecerse en torno a los actuales niveles de gasto" y que, por tanto, "no debería superar el 1% del PIB de la Unión".

Hoy, el techo máximo está fijado en el 1,24% del PIB, aunque en la práctica se reduce al 1%. Con ese margen, España está recibiendo unos 8.000 millones de euros anuales en fondos europeos, lo que le convierte en el país más beneficiado en el reparto del pastel. Tras la prevista ampliación a diez nuevos países en mayo próximo, Polonia es el país llamado a encabezar la lista de los agraciados porque sus regiones están mucho menos desarrolladas que las españolas, que verán aumentada su renta per cápita por efecto estadístico al incorporarse zonas más pobres. Por eso, España aspira a pactar un periodo transitorio para que sus regiones menos desarrolladas dejen de percibir ayudas europeas paulatinamente. Sólo Extremadura y Andalucía tienen asegurada la recepción de fondos a un nivel similar al actual.

Los firmantes señalan que el gasto de la UE "debería añadir un valor real" para concentrarse en mejorar la competitividad, la política exterior y de seguridad, la protección de las fronteras o la gestión de los flujos migratorios. "Estamos profundamente comprometidos", añaden después, en segundo término, "con el principio de la solidaridad europea y con el mantenimiento de la cohesión en una Unión ampliada". En un comunicado aparte, Suecia concretó ayer que el dinero debe dirigirse a "objetivos prioritarios, y especialmente el crecimiento y el empleo".

Países contribuyentes

El mensaje es obvio. Los países ricos no quieren aportar más dinero a la UE y, además, asumen los principios del polémico Informe André Sapir, el jefe de los asesores de Prodi que en julio pasado aconsejó concentrar el dinero en un fondo de crecimiento más que en fondos de solidaridad con las regiones pobres.

Firman la carta, por este orden, Jacques Chirac (Francia, cuyo saldo neto con la UE fue en 2002 de 2.184 millones en su contra), Gerhard Schröder (Alemania, 5.067), Jan Peter Balkenende (Holanda, 2.187), Goran Persson (Suecia, 746)), Tony Blair (Reino Unido, 2.902) y Wolfgang Schüssel (Austria, 226).

Prodi respondió ayer que "toma nota" de la misiva, pero también de lo que los líderes dicen que debe hacerse (fronteras, emigración...). Por eso, Prodi agrega: "Los milagros no son mi especialidad"; "Estudiaré las propuestas pero, con sólo el 1% del PIB, simplemente no será posible hacer lo que esos Estados y otros esperan de nosotros".

El comisario de Política Regional, Michel Barnier, opina que, para ser creíble la política de cohesión, debe dedicarse un 0,45% del PIB de la UE al desarrollo regional (hoy es el 0,42%). Si se aplica la carta de los seis, ese porcentaje se verá incluso rebajado. El drama se aproxima. A partir de mayo, la UE tendrá 90 millones más de habitantes (hoy son 375), pero sólo supondrán el 7% del PIB total del club.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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