El delta del Ebro se convierte en un nuevo punto de entrada de droga
Las fuerzas de seguridad lo atribuyen a la presión cada vez mayor que se realiza sobre los traficantes de hachís en Gibraltar, pero lo cierto es que el delta del Ebro se está convirtiendo en un importante punto de entrada a España de sustancias estupefacientes.
En tan sólo un año, agentes de la Guardia Civil han decomisado en esta zona más de 4.400 quilos de hachís, valorados en seis millones y medio de euros, en operaciones que han supuesto la detención de nueve personas. El domingo pasado, los agentes hallaron 1.750 kilos de hachís en una embarcación varada en la playa del Trabucador.
Kilómetros de playas sin grandes oleajes, calas solitarias durante los inviernos y escasa vigilancia hasta hace poco tiempo son algunas de las ventajas que los traficantes de hachís procedentes de Marruecos han hallado en la zona más meridional de Tarragona y que llevan utilizando como vía de entrada en los últimos años de forma creciente.
El movimiento sospechoso de dos hombres en la playa cercana del Galatxo, el pasado viernes, puso en estado de alerta a agentes de la Guardia Civil. Los hombres, un vecino de Melilla de 49 años y un vecino de Cartagena de 28, trataron de esconderse cuando vieron a la policía, que les encontró trajes de neopreno y un GPS portátil en una furgoneta. Dos días después, el domingo, el equipo contra la delincuencia organizada y antiestupefacientes de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación originada por la aparición, en la playa del Trabucador, de una embarcación semirrígida varada y en cuyo interior e inmediaciones aparecieron un total de 70 fardos que contenían 1.750 kilos de hachís.
