El efebo y las mujeres

"Un chico es ese ser masculino que ya no es un niño, pero que aún no es un hombre", precisa Germaine Greer (Melbourne, Australia, 1939), polémica feminista, crítica de arte y literatura, y autora de libros como La mujer eunuco (1970), Sexo y destino (1985) o La mujer completa (2000). Y es en esa ambigua franja de la vida de un hombre donde centra su revelador estudio del efebo en las artes. Un libro profusamente ilustrado con imágenes de pinturas, esculturas y fotos que además sostiene un serio análisis histórico, cultural y sociológico del tema en el que el punto de vista de la mujer tiene particular importancia.

"El chico debe ser lo suficientemente mayor como para responder sexualmente, pero no lo demasiado para afeitarse", escribe la autora. "Los varones son bellos cuando aún poseen las mejillas suaves al tacto y un cuerpo imberbe, cuando sus cabezas aún lucen una abundante mata de pelo y cuando además de unos ojos brillantes exhiben unos ademanes tímidos y una barriga plana". Son jóvenes hermosos que en la historia del arte han sido un motivo reiterado en un doble juego de seducción. "Los artistas, tanto heterosexuales como homosexuales, lo han sabido desde siempre, por lo menos hasta el siglo XIX. Pero las mujeres también lo han sabido siempre, y aún siguen sabiéndolo".

Greer desarrolla su tesis con abundantes ejemplos de la historia del arte desde Praxíteles hasta Nan Goldin. Un libro para leer y contemplar con placer.